Luis Alberto Martínez tiene 92 años y es el más longevo de los artistas profesionales chilenos activos. Fue declarado “Ciudadano ilustre” por la Municipalidad de Valparaíso; “Tesoro Humano Vivo” por el Ministerio de Cultura; “Socio Emérito” por la Sociedad Autores e Intérpretes, SCD, y es pionero de la música “cebolla”.
El Teatro Caupolicán rendirá homenaje al cantante de boleros Luis Alberto Martínez, considerado leyenda viva de la música popular chilena y el más longevo de sus intérpretes profesionales activo, con 92 años de edad y 71 de escenario.
El espectáculo se llevará a efecto el domingo 20 de agosto a las 5 de la tarde y a él se plegarán figuras de la Nueva Ola, con la cual Martínez ha compartido toda una vida, desarrollando una carrera paralela que los ha reunido en innumerables oportunidades.
En esta ocasión, los artistas del movimiento musical nacido en los 60 y consolidado a partir del Rock del Mundial, quisieron estar presentes para testimoniar al nonagenario colega su admiración y reconocimiento. Estarán en la velada, Los Ramblers, intérpretes de la mencionada canción dedicada al campeonato jugado en Chile en 1962. Junto a ellos, serán parte de la función, Cecilia, Carmen Maureira, Marisa, Larry Wilson y Patricio del Solar.
Desde el extranjero vendrá a sumarse al evento, Gonzalo Galván, hijo de Manolo Galván, recordado cantante español que tuvo gran éxito en Chile entre los años 70 y 80. Siguió la huella de su padre y debido al gran parecido entre ambos lo llaman “el nuevo Manolo Galván”. Desde Argentina llegará a integrarse al espectáculo, Fernando de Madariaga, popular en Latinoamérica en la misma época nombrada, con canciones como “Adiós”, “Una sonrisa, una lágrima” Y “Búscame”.
TESORO HUMANO VIVO
Nacido en 1931, tres años después que Lucho Gatica, Luis Alberto Martínez se transformó, en el transcurso de su trayectoria, en intérprete destacado de una corriente del bolero distinta a la que cultivaba su colega y compatriota de Rancagua declarado internacionalmente “el rey” de este género musical.
Se desarrolló, como compositor y cantante, en una vertiente mucho más melodramática y de fuerte arraigo popular, con letras y compases de contenido marcadamente trágico. Está en el origen de la denominación “cebolla” para referirse a este tipo de música, pues en un concierto suyo, al ver la emoción de la gente, el locutor Juan Carlos Gil, presente en la sala, dijo: “cuando canta Luis Alberto Martínez es como picar cebolla”.
Curicano de nacimiento, Martínez estableció hace décadas sus dominios en Valparaíso, que lo reconoció como propio al declararlo “Ciudadano Ilustre”.
Asimismo, por decisión de sus pares, fue distinguido como “Tesoro Humano Vivo”, en atención a su “maestría”, en un acto del Ministerio de las Culturas desarrollado el año pasado en el Palacio de La Moneda. También por decisión de sus colegas fue designado “Socio Emérito” de la Sociedad de Autores e Intérpretes, SCD.
José Antonio Aravena, gerente del Teatro Caupolicán, está consciente del fenómeno y tiene confianza en que los admiradores de Luis Alberto Martínez no faltarán a la cita del 20 de agosto: “Es un artista, comenta, que se lo merece como pocos. Con mayor razón en esta oportunidad en que estará acompañado por la Nueva Ola y figuras que vienen del extranjero a homenajearlo”.
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