De repente ciertos apellidos se ponen de moda. Ocurre en estos días con Carlos Alcaraz. Bastó que el español, la nueva sensación tenística mundial lo llevara para que empezara a producir eco mediático. Destronar al maravilloso suizo Roger Federer fue el contundente argumento para sacar el patronímico del olvido y ponerlo a brillar.
Me llama el destacado director orquestal y compositor Patricio Solovera:
-Toño, estoy preparando una producción con boleros. Tú que conoces el género, ¿por qué no me cuentas algo del orquestador Luis Alcaraz?.
-¡Y de dónde sacaste que me movía en esas aguas sensualotas?, bromeo. Seguro que la noticia del tenista ganador del US Open te derivó al músico mexicano que innovó el compás cuatro por cuatro en los años cuarenta y cincuenta popularizando Viajera, Sombra verde, Quinto patio. Al parecer no sólo tienes oído sino que también olfato pues, así como el joven Carlos nació en Murcia, también el padre de Luis era oriundo de esa región del sureste español.
-Sabía que no estaba equivocado al solicitarte ayuda. Hablando de raquetazos y boleros, fue la afición que sentía Lucho Gatica por el deporte blanco ¡Así le llamaban en tiempos idealistas! la que me acercó a Alcaraz. Precisamente en su filme La Liga de las canciones, Mapita Cortés, madre de la esposa de Pitico, fue la protagonista.
-Patricio, por el lado de los padres también existen similitudes. Ambos se sacrificaron por sus hijos. El progenitor del murciano, siendo un tenista de calidad, por falta de medios no siguió la carrera optando por enseñar su deporte en un Club de Campo. José Agustín Gatica, diestro guitarrista y cantor, convirtió su hogar de Rancagua en almacén vendiendo mercaderías para mantener su familia…Va un quiebre tenístico: ¿Te suena Gustavo Rojo?
-Por cierto, fue un reconocido actor mexicano y, si no me equivoco, estuvo en nuestro país a comienzos de los setenta. Llenó las páginas al estelarizar junto a Soledad Silveyra la película Gracia y el Forastero, basada en la obra de Guillermo Blanco, dirigida por Sergio Riesemberg. Otra de las estrellas fue Jaime Azocar.
-En efecto, Toño, desgraciadamente la crítica la encontró mala. Pero, lo que te quería señalar es que Rojo años antes había protagonizado junto a María Antonieta Pons, la cinta musical La Reina del mambo que poseía arreglos del cuate Luis Alcaraz.
-Me desayuno. Sin embargo, vamos a lo que te interesa: la relación de Alcaraz con Gatica. A él lo llamaron “revolucionador” del bolero ya que dotó de influencia jazzística sus arreglos al usar clarinetes, saxofones en armonía con trompetas, piano, maracas, bongó.
-¿Y nuestro Pitico?
-Cientos son sus éxitos. Voz irrepetible. Fenómeno mundial. Sus títulos Contigo en la distancia, Bésame mucho, Las muchachas de la plaza España, Solamente una vez, Sufrir, El reloj, Somos, Espérame en el cielo, Obsesión, Perfidia, Ruega por nosotros, fueron editados en inglés, portugués, francés, japonés. Entre ellos, únicamente Historia de un amor y No me platiques más, los llevó al disco con arreglos orquestales del maestro Luis Alcaraz.
-Toñito, muchas gracias. Cuando recupere mi salud te desafío a un partido de tenis. -Patito, a estas alturas de la vida estoy caro para jugar pinpón