No hay duda que la tragedia que ha tenido que enfrentar Viña del Mar, por los voraces e inesperados incendios, nos ha mostrado el Chile que queríamos ver.
Solidario, preocupado de los que han sufrido y dispuesto a ayudar a los que han perdido sus bienes. La sociedad se ha movilizado y ha ayudado y cooperado con las víctimas. A nadie le ha importado si son de gobierno u oposición. Tampoco si son de izquierda, centro o derecha. Lo que ha primado, es que son compatriotas que han resultado perjudicados.
Ese es el país que queríamos ver y que gran parte de la sociedad extrañaba.
Muchos creíamos que ese Chile ya no existía, que había cambiado y no podemos negar que nos hemos llevado una agradable sorpresa. Existe y en momentos difíciles, reaparece con vigor y nos recuerda que los seres humanos, más allá de sus diferencias, están dispuestos a hermanarse, ayudarse y a luchar por un futuro mejor.
Así te deseábamos ver Chile querido y no sumido en el odio, las diferencias y la agresividad. Ojalá, así sea.