Oficialmente de acuerdo a un comunicado de Cancillería, Susana Herrera Quezada renunció al cargo de Embajadora de Chile en Gran Bretaña. Sin embargo, se sabe que fue despedida por no cumplir con los protocolos al solicitar US$ 5 millones para un proyecto a la cuestionada Gobernación Regional del Biobío y el mal clima laboral en esa sede diplomática, lo cual estaba en conocimiento del presidente Gabriel Boric.
Poco más de un año -fue designada en junio de 2022- alcanzó a ejercer como Embajadora de Chile ante la Gran Bretaña Susana Herrera Quezada antes de ser despedida (diplomáticamente se dice que le fue aceptada la renuncia) tras conocerse que encabezó un proyecto para el cual pedía US$ 5 millones nada menos que a la cuestionada Gobernación Regional del Biobío, sin cumplir con los protocolos establecidos por Cancillería.
De acuerdo al canciller Alberto van Klaveren, ella “se apartó de las instrucciones que existen para los embajadores en el manejo de este tipo de situaciones”. Pero no es lo único. El jefe de la diplomacia chilena, con quien la hoy depuesta embajadora se entrevistó una sola vez por video conferencia, agregó que “hay también otros elementos que han influido en la determinación de aceptar su renuncia”. Explicó que la embajada “tenía un clima laboral complejo que estaba siendo informado…y que suscitaron incluso el inicio de un sumario de carácter administrativo”. El secretario de Estado aseguró que “el Presidente estaba enterado de los problemas de funcionamiento”.
¿Zancadilla?
Susana Herrera no tenía ninguna experiencia diplomática al ser designada en el cargo en un país importante para Chile (el intercambio comercial bordea los US$ 1.500 millones al año). Siempre los embajadores enviados a la Corte de Saint James han sido políticos de nivel o funcionarios de carrera. Herrera no reunía ninguno de esos requisitos, salvo dos fallidas postulaciones a un cargo de representación popular, una como Constituyente y otra como diputada.
Para el sitio El Mostrador, hay otra arista de interés. Su equipo en Londres era de gran experiencia diplomática y conocer de los protocolos que se deben seguir. Uno de ellos es el segundo al mando de la Embajada, el consejero Francisco Bertolucci, con 18 años en la vida diplomática. “Es imposible que Bartolucci haya desconocido el proyecto. También es muy difícil que no supiera los conductos regulares que estas iniciativas deben seguir. Está todo reglamentado”, dijo una fuente al citado medio. Lo mismo ocurre con el primer secretario, Francisco Tello, quien también proviene de la Academia Diplomática y tiene experiencia en materias protocolares, además de relaciones internacionales. El equipo se cierra con la segunda secretaria, Jacqueline Rodríguez, quien, aunque posee menos experiencia que los anteriores, es una funcionaria de carrera.
De confirmarse lo señalado por El Mostrador, la caída de Herrera bien podría tener su origen en una mala relación con sus colaboradores que no la pusieron al tanto de cómo se hacen las cosas. Tal vez el sumario en marcha anunciado por el Canciller puede arrojar luz sobre lo ocurrido. O tal vez no.
