A más de algún lector pruriginoso incomodará ver calificada como “caso” la noble institución creada en 1978 para ir en ayuda de los niños discapacitados del país. Sin embargo, a la luz de las últimas informaciones financieras difundidas por la agencia Ciper, por las altas sumas de dinero comprometidas al cancelar sueldos a algunos de sus directivos y empresas, la nominación no debería extrañar. Mal que bien, la opinión pública comenzó a inquietarse.
Como siempre ocurre, muchos procedieron a criticar al periodismo por su divulgación: Otra vez desprestigiando a Don Francisco; Hacen daño a una obra irremplazable; Los gastos de montaje son carísimos; ¿Por qué Ciper no lo dio a conocer antes del cierre de la última campaña? Son miles los rechazos a la publicación y cientos los que agradecen la audacia de los reporteros denunciantes, dirigidos por Pedro Ramírez.
En una nación democrática todos tenemos derecho a expresarnos. En lo personal, por haber trabajado como cronista en todas las cruzadas benéficas efectuadas en la década de los ochenta, por cierto, también tengo una opinión al respecto. Y simplemente me pregunto, ¿nuestro admirado Mario Kreutzberger estaba al tanto de las suculentas compensaciones recibidas por sus colaboradores más próximos? Desdoblado en Don Francisco capaz que responda: “Son las cifras que se manejan en el mercado internacional”.
Puesto que en el sentir colectivo, siempre, insisto, siempre creímos que quienes trabajaban en y para la Teletón lo hacían poco menos que ad honorem, las cifras dadas a conocer ahora me produjeron consternación. Más directo, tragué saliva. Posiblemente se manejen en países desarrollados económicamente, pero a nuestro Chilito le falta bastante todavía. Ni el presidente Gabriel Boric corta ese billete mensualmente. Entiendo que se conforma con los $ 7.634. 385 mensual. El escozor es mayor cuando asumo que año a año nos dijeron que en el total de las millonadas aplaudidas en el Estadio Nacional, el aporte del pueblo era el fuerte de la recaudación. Es decir, aquella misma masa sensible y generosa que cada treinta días, a lo mejor, solo recibe el salario mínimo oficial.
La relación medio de comunicación-receptor nunca fue fácil. Con las redes sociales aumentó su complejidad. Titulares y contenidos se enjuician de inmediato. En google veo el programa Portal Citerior, al servicio del pensamiento crítico y la sociedad. Interesantísimo. Su conductor, Paulino Ramírez, entrevista a Abraham Santibáñez, ambos ex presidentes del Colegio de Periodistas. Expertos, se pasean por su especialidad. Con autoridad se explayan sobre: El buen uso del lenguaje, Deontología profesional, La búsqueda de la verdad, El rol del entrevistador. Me provoca el tema contingente, las fakes news y la desinformación. Abreviando: coinciden al aceptar la primera como objetivo final de la otra. Discrepo: estimo que entre ambas existe un matiz peligroso: el ocultamiento del suceso. Para mí, más dañino que la noticia falsa divulgada con algún fin. Nunca evaluado, jamás sancionado.
Aspecto merecedor de constante revisión que, por esas cosas de la vida, me proyecta a la participación del ex ministro Enrique Correa en la Teletón. También mencionado en la lista Ciper a través de Imaginaccion, su holding asesor en relaciones públicas y privadas. Político brillante, se ha dado el lujo de ser el lobbista número uno durante los gobiernos de Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet, Piñera. Político excepcional: treinta años al servicio de todas las camisetas. Imposible dudar de su capacidad. Mas, con su presencia en la cruzada benéfica, motiva la inocente interpelación, ¿necesita la humanitaria y reconocida mundialmente obra Teletón que una agencia cuide su imagen y proyecte su loable misión? Dejo abierta la zozobra.
