Sabemos que olvidamos con facilidad y esto lo hemos corroborado con la encuesta que eligió a los mejores animadores de la historia de la televisión chilena. No es posible que no figure entre los cinco primeros, César Antonio Santis.
El recordado animador era aceptado y admirado por todos. En los 70 y 80, fue el número uno de nuestra pequeña pantalla. Animó con su prestancia acostumbrada varios Festivales de Viña. Impuso programas estelares en nuestra televisión por varias temporadas consecutivas. Era el hombre soñado por muchas jóvenes de la época. Cuando un matutino eligió el hombre 10 de nuestro país, se impuso por unanimidad del jurado. Fue respetado, elogiado y admirado. Tuvo durante dos décadas, el cariño y la aprobación de la teleaudiencia. Cuando no le gustaron los cambios que tuvo la TV, se retiró de la pantalla y no apareció más, ni de invitado, ni de panelista ni de conductor. Se fue en silencio y con la prudencia que lo caracterizó siempre.
No discutimos el triunfo en esa encuesta de Felipe Camiroaga, pero podemos afirmar que Felipe admiraba a Santis, como lo confesó en una entrevista. Estamos seguros que Felipe lo habría nominado entre los primeros. César Antonio tenía excelente figura, una voz muy llamativa, buen vocabulario, sabía entrevistar sin ser periodista. Las tenía todas. No era para olvidarlo tan rápido.