Chile, nublado y con posibilidades de tormenta… por Alfredo Lamadrid B.

Así sería nuestro pronóstico del tiempo, si lo hiciéramos en torno al futuro. Una guerra que sucede muy lejos de nosotros, pero que nos perjudica igualmente por la economía global y hace subir considerablemente los combustibles y luego vendrán otras alzas, como la de alimentos, por ejemplo.

Siguen los atracos, los portonazos, lanzazos, asaltos, femicidios, agresiones, homicidios y los funerales de narcotraficantes con balas y fuegos artificiales, después de los ajustes de cuentas, que no respetan niños ni personas de la tercera edad. Los habitantes de barrios de peligro se encierran en sus casas y temen por su vida. La migración no ha sido controlada eficazmente y coexiste en nuestro país, delincuencia extranjera que complica más la seguridad y la zona norte permanece en Estado de Emergencia.

En los colegios se multiplica el bullying y los estudiantes atacan a profesores. La corrupción sigue presente en Municipios, donde no existen resoluciones para tranquilizar a la ciudadanía, mientras las autoridades involucradas en el “paco gates” y el “milico gates” siguen en juicio.

La Araucanía se mantiene incontrolable y no se respeta la autoridad y cuántas cosas, más, en que a unos se les dan clases de ética y a otros se les encierra en un calabozo.

La justicia es desigual y excesivamente lenta. La ciudadanía está desconcertada, confundida, extrañada y su capacidad de asombro, sobrepasada por los hechos.

Entre mis pensamientos sorprendidos por una realidad incontrolable, recuerdo la letra de un tango: “Los inmorales nos han igualado”.

¿Le cabe alguna duda que es así?

Alfredo Lamadrid B.