La crisis que se vive en el sistema de salud se arrastra por décadas y ahora con la amenaza de quiebra de las isapres, obligadas a pagar 1.400 millones dólares a los usuarios por cobros indebidos, aparece la opción de trasladarse al ente público denominado Fondo Nacional de Salud (Fonasa).
El dictamen de la Corte Suprema que obliga a las isapres a devolver a sus usuarios –más de tres millones de personas- 1.400 millones de dólares producto de cobros indebidos en sus planes de salud, gatilló una nueva crisis en el ya precario sistema de salud de Chile.
El Gobierno envió una “ley corta” para intentar salvar la situación; pero el presidente de la entidad que agrupa a las isapres, Gonzalo Simón, afirmó que de aprobarse el proyecto tal como estaba el sistema quebraría en el mes de septiembre.
Mientras se discute en el Parlamento, los ciudadanos afectados ven con justo temor amenazada sus prestaciones, entre las que se encuentran largos y costosos tratamientos. Entonces, aparece como alternativa migrar de la isapre al sistema público denominado Fondo Nacional de Salud, más conocido como Fonasa.
Los pros de Fonasa
Entre las ventajas que ofrece el sistema público lo primero que aparece es que se cotiza solamente el 7% de la renta imponible con un tope de 5,7 UF, aproximadamente 200 mil pesos al día de hoy. Garantiza gratuidad en todas las atenciones para cualquier afiliado y además no existe discriminación por algún tipo de enfermedad o condición preexistente. En los últimos meses casi medio millón de personas han dejado las isapres, especialmente por el alza de los planes y el retraso en las devoluciones.
El decano de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales Universidad de Las Américas y exministro de Salud, Osvaldo Artaza, dijo a Emol que «las coberturas que da Fonasa en su modalidad libre elección se acerca mucho a las actuales coberturas de isapres en planes cerrados. Además, la diferencia que aún persiste es fácilmente subsanable contratando un seguro complementario que es muy barato y accesible para personas jóvenes».
Los contras de Fonasa
La cobertura que ofrece el sistema público es menor que el de las isapres, por consiguiente el copago es mayor para los cotizantes. Es sabido que las largas listas de espera tienen colapsado el sistema, en comparación con el privado que ofrece atención prácticamente inmediata.
Respecto de la red GES/AUGE que contempla el fondo estatal, está asociada principalmente al sistema público, sin alternativas de cambio de prestador excepto si se cambia de región. Solo se contempla cobertura en prestaciones definidas en el arancel de Fonasa, a diferencia de las isapres, que han incorporado una serie de prestaciones adicionales a sus aranceles. En Fonasa no se contemplan reembolsos para ningún tipo de prestación, independiente de si el prestador tiene convenio con el Fondo.
¿Cuál es la recomendación?
Para Rodrigo Molina, gerente de Consultoría Health & Benefit de WTW, considerando el contexto actual, «la recomendación sigue siendo mantener la prudencia y no apresurarse a ninguna decisión por ahora”, declaró a Emol.
“Como aún no se define cuál será el destino del sistema previsional de salud, considerando las ofertas actuales respecto a ‘seguros complementarios y/o suplementarios’, vemos que son productos que no logran la madurez aún como para ser una alternativa segura de cambio», concluyó.
