El cantante urbano mexicano elogia la narcocultura
Cuando el sociólogo Alberto Mayol escribió una columna criticando que organismos públicos promuevan a un cantante urbano que elogia la narcocultura, invitándolo al Festival de Viña, seguramente no imaginó que la controversia escalaría hasta las más altas autoridades del país. Pero ocurrió.
El debate sobre el cantante Peso Pluma escaló en estos días hasta las más altas autoridades del país, incluidas las que se instalan en el palacio de La Moneda, como la ministra del Interior y Seguridad y la vocera presidencial.
Tras la columna de Alberto Mayol denunciando que organismos públicos, que disponen del dinero de todos los chilenos como la Municipalidad de Viña y Televisión Nacional, contrataran a un cantante que apoya la cultura de los narcotraficantes, no era aceptable, se inició la controversia.
La denuncia provocó reacciones de inmediato. La ministra Tohá veladamente se opuso. En cambio la vocera Vallejo dijo no ser partidaria de la censura. El recién nombrado presidente de TVN Francisco Vidal, lejos de la verborrea que caracteriza, anunció escuetamente que se habían pedido antecedentes.
Una diputada, Johanna Pérez (demócratas) se subió al carro con un proyecto de ley para prohibir a los artistas que apoyen al narcotráfico. La senadora del PS Paulina Vodanovic apoyó la idea asegurando que sus “canciones, al mostrar un estilo de vida vinculado al delito, pueden influenciar negativamente a los jóvenes, presentando una apología de actividades delictivas”. Y el directorio de TVN solicitó cancelar la venida del cantante mexicano. La única que no levantó públicamente la voz fue la alcaldesa de Viña, Macarena Ripamonti, pero se hizo parte de un comunicado de la organización respaldando la contratación.
Nada sirvió, al menos hasta ahora. Es más, en el mencionado comunicado se asegura que “tanto las áreas legales de los canales, como la dirección de concesiones del municipio, ratificaron que no existen argumentos jurídicos ni contractuales para revocar la participación del artista”.
El texto fue enviado a los medios sin que mediara un cara-a-cara con la prensa para responder preguntas. Una de ellas es conocer el perjuicio económico que la bajada acarrearía y la otra si es efectivo el temor que otros artistas desistan de participar en apoyo Peso Pluma, lo que pondría en jaque al festival en su versión 2024.
El tema no está del todo cerrado.