Hay que poner las cosas en su lugar
Estamos enfrentando un problema grave. Todavía no se designa el animador del Festival de la Canción de Viña del Mar. Solo conocemos a la animadora. Pareciera que para unos pocos, esto es terrible y angustiante.
Poco importa la rebelión de Venezuela y las medidas dictatoriales de Maduro,
que han dejado en ridículo a los organismos internacionales. Tampoco el caso del abogado Hermosilla, que puede dar sorpresas inesperadas al aparecer algunos personajes que no imaginamos.
Menos que 13 alcaldes están acusados de acoso sexual y alguno de ellos pretende ir a la reelección. Igual en Argentina, donde un expresidente golpeaba a su pareja y la engañaba continuamente.
En la actualidad, en Chile la delincuencia continúa inquietando y angustiando a la gente y las medidas que se toman no tienen los resultados que se esperan. Y tantas cosas más que nos inquietan y nos preocupan.
Pese a todo eso, hay algunos compatriotas que están preocupados de manera dramática del nombre del animador del próximo Festival de la Canción de Viña.
No se trata de ponerse graves ni de intelectualizar la entretención. Se trata de poner las cosas en su lugar.
No es tan preocupante que no se haya dado el nombre del conductor de ese evento. Queda mucho tiempo y además no es tan difícil la labor. No nos preocupemos de cosas tan triviales, habiendo tantas situaciones que si son difíciles y que si pueden alterar nuestra existencia.
Las cosas por su nombre.