Hay muchas situaciones que merecen una explicación
Este Festival de Viña 2025 va a ser recordado, entre otras cosas, como el evento del “amiguismo”. La gran mayoría de los hombres y las mujeres que participaron en el evento son amigos y se alaban entre ellos sin medida.
Buscan polémicas, pero que no involucren a los compadres y comadres con quienes tienen amistad. Los periodistas que cuya misión es informar objetivamente sobre el Festival, protegen a los que conocen y eso provoca la sensación que nadie se ha equivocado.
¿Quién responde por los problemas y la agresividad que hubo en la espera de la Gala? ¿Quién contrató al humorista George Harris que provocó un escándalo con su participación? ¿Valía la pena tratar de hacer creer que la Gaviota de Platino
se decidió en la Quinta, haciendo esperar a Myriam Hernández un tiempo innecesario?
Hasta la elección de Reina estuvo complicada y errónea. Para qué hablar de la bajada de uno de los animadores que iba a participar en la presentación de las canciones. También hubo fallas en la presentación de un humorista y así hay muchas situaciones que merecen una explicación y muchas veces el
“amiguismo” lo impide.
¡Cómo se echa de menos a Ítalo Passalacqua! Él a la hora de la crítica, no tenía amigos ni compadres. Como debe ser.
