Más que una negativa pasajera
¿Cuántas veces en su vida habrá dicho que no, en diversas situaciones la expresidenta Bachelet? ¿Muchas o pocas?
¿Su personalidad elige el NO o el SI, como esquema de vida? No lo sabemos. ¿En cuántas ocasiones dijo que no en el amor, o en el apoyo a un familiar o a una antigua amistad? Tampoco lo sabemos, pero estamos convencidos de que negarse a algo es difícil. Más aún, a una candidatura presidencial y Michelle lo ha hecho y ante las más diversas presiones, se ha mantenido firme en su decisión de que deben aparecer nuevos liderazgos y no darse vuelta siempre en los mismos.
Esto, que a muchos les puede sonar como disculpa, encierra una quemante realidad. ¿Hasta cuándo los mismos? Vea usted cuantos van a la reelección en la votación próxima. Pareciera que los que llegan no quieren irse más del Parlamento y con esa actitud impiden la aparición de nuevas figuras, que la ciudadanía tanto desea.
El no de Bachelet es mucho más que una negativa pasajera. Es un deseo ciudadano que los políticos no entienden, simplemente porque no les conviene.
