Ya ha pasado un 11 de septiembre más. Hubo romerías, actos de conmemoración, programas de televisión, velatón femenina nocturna frente a La Moneda, algunos disturbios donde la violencia se hizo presente, con agresividad, atacando el palacio presidencial y profanando tumbas en el cementerio. Además, es innegable que hay distintas miradas sobre lo que sucedió hace ya cincuenta años.
Lo que llama la atención cuando se recuerda ese martes 11 de septiembre de 1973, es lo poco o casi nada que se rememora la participación del periodista Augusto Olivares Becerra, quien también se suicidó en La Moneda. De larga trayectoria en radio, prensa y TV, militante del Partido Socialista, acompañó a Allende en sus campañas presidenciales y fue su asesor personal durante el gobierno de la Unidad Popular. Tanto en el gremio periodístico como en el entorno político era conocido como “el perro Olivares”.
Al conocerse la noticia de su muerte, el Presidente Allende solicitó a quienes lo acompañaban en ese momento, un minuto de silencio en su memoria. El “perro”, era muy amigo del Mandatario.
Antes de llevar a cabo su acto, Augusto Olivares conversó telefónicamente con su esposa, la destacada actriz y conductora de radio y televisión Mireya Latorre. ¿Qué le dijo? ¿Qué pensó en los momentos difíciles que enfrentaba? ¿Por qué lo hizo? ¿Era necesario?
Olivares era en ese momento, el Director General de TVN, donde dejó buenos recuerdos. ¿Hay alguna razón para olvidarlo tanto? No lo sabemos, pero en esta columna lo recordamos, porque él dio su vida por la causa en que creía… y eso siempre tiene un valor aunque algunos no lo consideren así.
Sin duda, es una demostración concreta de valentía y convicción.