Las tragedias que sufrimos cada cierto tiempo, nos llevan a conocer más a los seres humanos. Veamos lo que hemos captado de este último temporal
Por un lado, los vecinos dispuestos a todo para ayudar a los más dañados. Generosos, solidarios y entregados a esa noble causa. Al mismo tiempo, bomberos (institución encomiable, que nos enorgullece), también Carabineros, que nos han demostrado su capacidad y su disposición total para cualquier evento. Las Municipalidades, donde el Alcalde y los funcionarios se las han jugado entera, con el fin de ayudar a los damnificados, ofrecerles improvisados albergues, alimentos, ropas y acompañar y rescatar a los que quedaron aislados.
Ahora, saltan algunas preguntas que nos inquietan: ¿Por qué no se convocó a las Fuerzas Armadas mucho antes? (quizás en la prevención). Los militares poseen el conocimiento y la infraestructura indispensable para reparar los daños. ¿En qué estaban los parlamentarios que no los vimos en las zonas de catástrofe? Estaban en reunión, arropaditos, cómodos, tomando café calentito y discutiendo “un tema que a la ciudadanía le importa mucho“, la validez de la declaración que hizo la Cámara de Diputados en agosto de 1973, por diversas actuaciones del Presidente Allende.
¿No hay otro momento para discutir ese tema? ¿Tiene que ser en pleno temporal? No hay duda que a la clase política, le hace falta tomar cada mañana una oblea de “UBICATINA”. Los ciudadanos más vulnerables, sin duda son los más perjudicados y a los que dicen defender, pero no aparecen en los momentos dramáticos que viven.
¿Quién entiende a quién?