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Está bueno el cilantro, pero no tanto… por Alfredo Lamadrid

Está bueno el cilantro, pero no tanto… por Alfredo Lamadrid

Si somos francos y sinceros, el dicho popular calza con la migración a nuestro país. Siempre hemos sido humanistas y hemos acogido con afecto y generosidad a quien quiere vivir en nuestra tierra, pero lo que sucede en la actualidad con la migración es un exceso. Entran a Chile delincuentes, sicarios, narcotraficantes, vagos eternos y así el comercio ambulante está sobrepasado, las cocinerías callejeras se multiplican peligrosamente y son un atentado a la salud. Las carpas, sin ninguna higiene, inundan lugares de sano esparcimiento y se mantienen sin que nadie los inquiete.

Es mucho y nos ha alterado la vida a todos. Debemos reconocerlo. Lo demás es cobardía y aceptar algo que nos incomoda y nos inhibe.

¡Para qué hablar de la noche! Es un peligro salir, porque te asaltan, te hacen un portonazo o invaden violentamente el lugar donde comes y te diviertes. Las mujeres no pueden usar en sus salidas, collares ni joyas de valor y los hombres sus relojes caros. Mejor ir en Uber o en taxi, para evitar un portonazo, pero también te puede asaltar el chofer.

No todo es culpa de la migración sin duda y nadie ha pretendido decir eso, pero ha influido. En todo caso, sería prudente regularla y restringirla, donde sea necesario. Aceptar y acoger a los que vienen a engrandecer el territorio y postergar a quienes se integran con otras intenciones.

Esto lo piensan y lo sienten muchos compatriotas, que no se atreven a decirlo.

Yo lo digo con respeto y humildad, pero convencido de lo que afirmo, porque esto lentamente se está convirtiendo en el cuento del cilantro.

Alfredo Lamadrid B.

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