“No soy homofóbica. Yo tengo parientes homosexuales, he tenido toneladas de pacientes homosexuales”.
“Hice muchas cosas durante la dictadura, acogí a muchas personas que tenían problemas siquiátricos y en su gran mayoría eran homosexuales”.
“Yo jamás lo descalificaría (al ministro) por ser homosexual. No me interesa”.
Tras unos días en la que se vio envuelta en una verdadera tormenta mediática y política, la diputada y médico María Luisa Cordero, accedió a refutar por primera vez en un medio de comunicación los ataques recibidos. En conversación con Cada Día Mejor entregó su testimonio.
¿Qué explicación tiene para lo ocurrido?
“Tal vez la única explicación que tengo por lo que me han agredido tanto, es que yo soy muy franca y muy directa. Y eso es odioso aquí en Chile, sobre todo para los comunistas.
“Esos adjetivos de horroroso y nauseabundo no eran en contra del inepto ministro de Educación. A mí me da lo mismo su intencionalidad sexual o su género, sino que lo decía por los degenerados que promueven las precocidad sexual en los niños, por eso eran mis adjetivos. Perdone que se lo diga, pero los periodistas chilenos son demasiado incultos y se quedaron con que yo era homofóbica.
“Yo no soy homofóbica. Yo tengo parientes homosexuales, he tenido toneladas de pacientes homosexuales, transgéneros y transexuales. Fíjese que durante la época Pinochet ayude mucho a las transiciones de hombres a mujeres y de mujeres a hombres. En el fondo, no quiero que lo tome a mal, pero no tengo porque estar dando explicaciones de mi forma de ser. Yo soy una persona sumamente solidaria, altruista. Hice muchas cosas durante la dictadura, acogí a muchas personas que tenían problemas siquiátricos y en su gran mayoría eran homosexuales. Yo fui un referente para los homosexuales en los años ochenta.
¿Es la idiosincrasia de los chilenos?
“No es la idiosincrasia, es la profunda incultura porque no tienen compresión lectora. Una señora me acaba de decir por Instagram ‘usted es una decepción para mucha gente porque usted es homofóbica’. Le conteste: ‘señora .no es culpa mía que usted no tenga comprensión lectora. Los adjetivos abominables que yo usé eran para referirme al médico degenerado que fue a manosear niños en Talcahuano’. No eran para el ministro. El ministro es un inepto. Está demasiado preocupado de la sexualidad de los niñitos y no que aprendan a leer.
“Le repito, no soy homofóbica en lo absoluto. Pero de eso se colgaron todas las periodistas que me detestan, como la Cony Santa María, la galla del canal 13, la de la CNN, la Mónica del noticiario del mediodía de Canal 13. Me detestan porque les he parado los carros y les he dicho que son ignorantes.
¿Cuál fue su reacción íntima frente a los ataques?
“Todos se han hecho el pino conmigo y yo lo único que hago es reírme porque encuentro que cómo pueden ser tan brutos de no darse cuenta que los adjetivos no eran para el ministro, que es simplemente un inepto, y tiene hecho pebre el hígado porque tiene una enfermedad que se la descubrí yo.
“Un día, cuando fue interpelado, hablé con él y le dije hágase exámenes ministro porque está cada vez más negro. Se los hizo y se descubrió que tiene una alteración al hígado y con el fierro por las nubes. Más encima, entonces tiene fierro en el cerebro. Si fuera homofóbica ni siquiera me hubiera acercado. Yo lo más que le dije fue tratarlo como el gordito con la bilirrubina alta. Fue lo más descalificador que le dije.
“Yo jamás lo descalificaría por ser homosexual. No me interesa. Yo me crié con una mamá campesina que decía cada uno puede hacer con su traste un tambor, mientras no sea el de mis hijas está todo bien.
“Me crié con un papá español con el desparpajo de hablar de los españoles y una mamá campesina, espontánea .y sencilla. No me crié con papás católicos tradicionales, pero muy respetuosos porque a mi casa llegaba gente de todas las condiciones y religiones y nunca hubo una pelotera por razones religiosas.
¿Entonces por qué tanta virulencia en su contra?
“La gente no me conoce, no sabe de mi formación. Conoce una caricatura de la doctora Cordero: metedora de pata, demasiado franca, y a lo mejor mi nivel de conocimiento no coincide con la ignorancia chilena. Espero que ustedes sepan traducir lo que digo y no se unan a la jauría que está en contra mía.
¿Cómo fue su relación con el mundo transgénero?
En el siquiátrico, con el doctor Mario Quijada y el urólogo Mac Millán de Viña, acogimos a los transgéneros y a los transexuales durante la dictadura cuando se andaban escondiendo porque los militares también los amenazaban, hubo razias, le recuerdo que se murió gente de ese universo durante la dictadura y es un tema que nadie toca, porque a los únicos que se defiende es a los marxistas, los demás ninguno parecer tener derechos humanos.
“Yo trabajé en neurocirugía y atendía transgéneros que llegaban tapados porque habían sido golpeados por los clientes. Conversaba mucho con ellos. Recuerdo a uno, que era muy divertido, me contaba cómo se escondía el pene para atrás, era tan pobre que no tenía scotch y usaba huincha aisladora cuando bailaba en los centros nocturnos. Se bajó los calzoncillos y me mostró como se escondía la presa. Le regalaban vestidos viejos y los arreglaban, porque tienen mucho sentido estético, mucho gusto para coser, son muy entretenidos, más entretenidos que conversar con una mujer”.
Equipo CDM