Marcaron hitos en la historia del cine.
Hay actuaciones de actrices que marcaron un momento inolvidable en la cinematografía. Y ellas fueron retribuidas con el mayor premio al que puede aspirar una intérprete: el Oscar de la Academia. A continuación recuerde a algunas de ellas que nunca serán igualadas.

Fue ovacionada en los Premios Oscar de 1976 por interpretar a uno de los personajes más despreciados de toda la historia: la enfermera Ratched. El personaje era la némesis del protagonista (Jack Nicholson) en la novela original y parecía imposible trasladar su maldad sutil y su mente calculadora a la pantalla grande… hasta que la actriz se transformó en ella. Es una de las interpretaciones más legendarias de la historia y sin ella el filme no sería lo mismo.

Woody Allen escribió el personaje que le dio título al filme. Annie Hall era extraña, y graciosa en un vestuario que, aunque parecía excéntrico, la acompañaba a la perfección. Diane Keaton derramó todo su ser en el personaje, encajando y mutándose a la perfección con él, ya que ambas eran similares. La alegría y angustia de la actriz pasó a Annie Hall; gracias a eso tenemos una de las mejores comedias de la historia.

Interpreta a una refugiada polaca en Estados Unidos después de sobrevivir al Holocausto. En esta película ella definió la feminidad en todos los niveles mostrando cada una de las emociones que puede abrumar a un ser humano hasta su punto más crítico. La actuación de la mujer ha sido considerada una de las mejores en toda la historia y estableció una nueva marca para las futuras actrices.

El personaje, salido de la novela de Stephen King, es uno de los más terroríficos, a pesar de ser simplemente humana. Bates encarna toda la locura y la obsesión que tiene la mujer con su escritor favorito, mostrando su habilidad de enmarcar un rostro amable y cambiarlo en segundos por uno de enojo y frustración con todas las capas de la inestabilidad emocional y psicológica que puede tener una persona. El premio que recibió raras veces se le da a actrices que participan en películas de terror.

Foster no sólo encarna a Clarice Starling; se convierte en ella aportándole su propia personalidad y sus miedos más profundos, los cuales fueron explotados por Anthony Hopkins (el Dr. Lecter) para crear una historia de tensión y horror sicológico. La actriz demostró su grandeza al reflejar la timidez y rudeza oculta de su personaje, el cual, incluso, llega a sentir atracción por el asesino caníbal.

En la cinta ella muestra todos y cada uno de los sentimientos humanos de una manera tan genuina que se hace imposible distinguir la realidad de la ficción. La actriz interpreta a Jasmine, una mujer con un fuerte desequilibrio emocional después de que su esposo es acusado de fraude. A través de flashbacks vemos su vida feliz de placer y alegría, intercalados con su constante locura y desesperación que cada vez la alejan más del mundo real. Hizo un trabajo excepcional que revela la fragilidad humana con una sola expresión.