Se habla y se habla, (ya que en este país lo que más se hace es hablar), de la tercera edad, del adulto mayor y en definitiva de la vejez. Se dice que se le agradece todo lo que hicieron por los más jóvenes, por lo que ayudaron al desarrollo y al progreso y se les agradece el esfuerzo desplegado en sus años activos… Se habla mucho, pero se hace poco.
No pasa demasiado con la Reforma de Pensiones, para superar los sueldos de hambre que hoy se pagan. Al comparar los precios de los exámenes de salud que realizan las clínicas privadas, es fácil entender que sus precios se podrían rebajar sustancialmente, pero nadie lo hace. El arreglo por la colusión de las farmacias resulta divertido, tanto o más que el del papel confort. Los precios de los alimentos suben continuadamente y en general los problemas se multiplican día a día. Los engañan con la letra chica de las cosas que firman, los envuelven en una burocracia agotadora y los desplazan de las decisiones trascendentes. Ni siquiera los escuchan cuando plantean algo, producto de su experiencia y su sabiduría, que sólo la da los años vividos.
En fin, ¿Para qué seguir? Dejemos que sigan hablando, sin hacer nada. A lo mejor cuando vivan la vejez, la van a entender. Parece que antes es imposible, definitivamente imposible.
Una lástima.
Alfredo Lamadrid B.
¿Por qué no decimos la verdad?… Y no solamente lo que nos conviene!
Mi bisabuelo (Fernando Bidart) vino desde Francia a intentar en nuestro país instalar sus sueños… y felizmente lo logró…
Un país que está enterrando sus sueños… por Alfredo Lamadrid B.
Con la situación cómo está y la inseguridad que nos acompaña día a día, se terminan muchas cosas y una de ellas es la capacidad de soñar.
La delincuencia se impone, mientras el país teme… por Alfredo Lamadrid B.
Lo veníamos advirtiendo hace mucho tiempo, pero los políticos no escuchan y dejan que las cosas revienten, para recién ocuparse de ellas.
¿Qué nos hizo cambiar tanto?… por Alfredo Lamadrid B.
Me encuentro con un amigo que no veía hace unos años. En la conversación, él me repite dos o tres veces la frase del momento. “Es que Chile cambió”
El derecho a la esperanza… por Alfredo Lamadrid B.
Cuando se pierde ese derecho, que es lo último a que podemos acudir, no queda casi nada… o sencillamente nada.
La mala educación… y la poca vergüenza… por Alfredo Lamadrid B.
Estoy aburrido de ver como personajes de importancia no responden a los periodistas y noteros que los invaden, cuando estos “personajes” son protagonistas de la noticia.