No podemos titular de otra forma lo que está sucediendo en el ámbito público y también político. Los chats entre el exfiscal Guerra (el mismo que condenó a clases de ética a los dueños de Penta) y el abogado Hermosilla (ambos en la foto), son del peor nivel que cualquiera pudiera imaginar. Ese, en el que se refieren a la candidata Evelyn Mathei, es sencillamente detestable y demuestra el nivel de sus protagonistas.
¿Tan bajo hemos caído en estas materias? El exfiscal Guerra queda como un chupamedias, peor que el Espinita del Jappening. Además, de un inconsecuente y un servil a autoridades que posteriormente lo favorezcan en lo personal. El exministro del interior del gobierno de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick, ha sido señalado en situaciones comprometedoras y su participación no ha sido aún comprobada, pero tampoco ha sido descartada.
La jugada que le hicieron sus mismos camaradas al senador Ossandón, las acusaciones a la actual ministra del interior y la que se abortó y que iba contra el presidente Boric. En fin, hay tantas cosas más que ya nada nos asombra.
El sueldo de la candidata a alcaldesa de Las Condes en la Universidad San Sebastián, ha sorprendido a la gran mayoría y la defensa que ella ha hecho al respecto no ha sido convincente ni clarificadora, ante un salario que no es común en el puesto de profesora universitaria.
La aparición de Irina Karamanos en La Moneda, cuando su puesto ya no le pertenece y ha sido reemplazada, responde a un problema de platas que tenían destino cultural y no habrían sido usadas de esa manera.
Ya lo sabremos, pero como vemos la corrupción continua ganando protagonismo y la seguridad todavía no deja satisfecha a la población, mientras lo político huele a podrido y provoca, cada vez más, desconfianza.
¿Y usted en quién confía?