Periodista chilena es rostro destacado en la televisión alemana.
Hace varios años que, fatigado por el contenido homogéneo de los noticiarios locales de la TV abierta cargados a tinta roja, y buscando miradas más variadas encontré refugio en los informativos de la Deutsche Welle. Su entrega de notas estimulantes, ausencia absoluta de hechos policiales, me transformaron en su cliente.
Noches en que descubrí a Jenny Pérez. Buenamoza, rubia, sin titubeos, explícita, asertiva, sobria en el vestir, certera siguiendo el telepronter, con autoridad y sapiencia de los acontecimientos, al principio su acento neutro me desubicó. Agudizaba el oído atribuyéndolo a alguna de las tantas profesionales argentinas que abundan en esa y otras redes internacionales. Fenómeno que en el caso futbolístico es agobiante y da tema para otra columna. Averiguando, mi satisfacción fue grande al enterarme que era chilena y pensé:
-Menos mal que ¡por fin volvemos tenemos de nuevo representación en el campo noticioso audiovisual!
Si la memoria no falla, Cecilia Bolocco y María Olga Fernández habían sido las últimas en trasmitir noticias en pantallas del canal Telemundo de Miami. En varones la cosecha es más generosa: Patricio Bañados en la TV de Holanda; Carlos Godfrey en la BBC de Londres, Raúl Aicardi en cadenas oficiales de USA para Latinoamérica. No toco animadores de programas de entretención. Hoy, abundan.
¿Algún televidente rememora a Jenny Pérez Schmidt cubriendo noticias en Megavisión a comienzos del presente milenio? ¿La visualizan enfrentando cámaras matinales junto a un novato José Luis Reppenning? Licenciada con honores en Comunicación Social en laU de Concepción; titulada también en el Instituto Superior de Comercio de la ciudad, Jenny era un fruto total y brillante de la educación pública regional ya que, además, había cursado sus años de enseñanza básica en la escuela D-581 República de Italia. Con tales armas, añadiendo espíritu de superación, inició su carrera en el departamento de prensa televisiva del plantel superior.
Ahí fue descubierta y atraída a Santiago. Con talento innato rápidamente hizo carrera destacándose en el área internacional. Personajes entrevistados y lugares conflictivos se agolparon en su notebook saltando a las pantallas: los conflictos entre Israel y Palestina, el nacimiento del chavismo en Venezuela, los atentados terroristas en Madrid, la violencia en el Líbano, la entronización del comunismo en Siria, los hermanos musulmanes de Egipto. Incluso le correspondió reportear la agenda internacional de Michelle Bachelet. 2008 la sorprende en Frankfurt. Decide perfeccionar su lengua materna germana. Se convierte en corresponsal free lance para países de habla hispana. Llama la atención cubriendo el caso de la colombiana Ingrid Betancourt, cautiva largo tiempo y liberada por los terroristas de la FARC. Es contratada por la DW en español para cumplir rol de presentadora de Cuadriga, entrevistadora de Hecho en Alemania, redactora económica, analista internacional. En frentes tan diversos su mente se llena de más nombres: Tokio, Estambul, Camberra, Khajurajp, Petesburgo, Mauricius. ¿Tendrá espacio para añorar el significado etimológico de su natal Penco? En voz mapuche divisando el agua; pen (divisar),ko (agua). ¿Recordará que más de dos siglos coloniales esa zona fue sede permanente del Reino de Chile y después, obtenida la independencia, casa del gobierno de Ramón Freire antes de asumir como Director Supremo? Desde la distancia congratulo a Jenny Pérez y sugiero a las autoridades penquistas que con su nombre bauticen alguna de sus calles. No siempre los futbolistas van a ser los favorecidos.