La esperanza no la perdamos nunca… por Alfredo Lamadrid B.

Desde muy niño escuché una frase que nunca olvidé: “la esperanza es lo último que se pierde” y ahora que estamos muy cerca de elegir un nuevo Presidente de la República, debemos tener la esperanza de que el que sea electo nos llevará por el camino del desarrollo y la prosperidad. Las formas para lograrlo son diferentes, pero el objetivo final debe ser el señalado.

Nos preocupa profundamente la delincuencia que -nos guste o no -nos hace vivir de manera distinta. Igual que el sueldo de los jubilados, que muchas veces llama a la risa y al encono. También la salud, que para algunos es muy fácil y para los otros tan difícil.

La educación que debiera ser de la misma calidad para todos. La migración que ha sido excesiva y muchas veces incontrolable. La justicia que definitivamente resulta distinta para los que tienen recursos, que para los que no los poseen. La inflación, que es un flagelo que muchas veces es incontrolable y perjudica a los más vulnerables. Que los sueldos alcancen para vivir y así no estar desesperados cada fin de mes, agobiados por las deudas. El medioambiente siempre amenazado por el modernismo y la ambición humana. La Araucanía, sobrepasada por la violencia y el descontrol, constituye un problema qué hay que enfrentar y solucionar. Hay muchas cosas qué hay que corregir, como el abuso, la prepotencia, la violencia, la falta de oportunidades,

el temor a quedar sin trabajo, la intolerancia, el extremismo, la corrupción desatada que ya ni siquiera sorprende, entre muchas otras que ya no nos producen asombro.

¿Se podrán superar todo esto en el futuro gobierno, o por lo menos empezar a hacerlo? Tengo serias y fundadas dudas, pero “la esperanza es lo último que se pierde”.

Alfredo Lamadrid B.