Cuántas cosas se quedaron en el tiempo, ¡desapareciendo para siempre!
Para el cuidado personal, el shampoo SINALCA, para fijar el cabello, la gomina BRANCATO y para su brillo, la recordada GLOSTORA. Para el dolor de cabeza, ALIVIOL y MEJÓRAL.
Para la sed, SORBETE DE GUINDAS LETELIER, ORANGE CRUSH o la BIDU. Para trasladarse el auto DE SOTO, el HILLMAN, el TRIUMPH, o la CITRONETA.
Cuando queríamos bailar, el TOCADISCOS y los vinilos que eran 78, 45 o 33 1/3. y con eso se realizaba el MALÓN. Para comunicarnos teníamos el TELÉFONO de casa o el público en algunas calles céntricas. Las CARTAS las dejábamos en el BUZÓN y para un contacto rápido el TELEGRAMA. Los textos se escribían en la MÁQUINA de ESCRIBIR. También se mandaban TARJETAS de NAVIDAD, hermosos diseños que reemplazó el mail o el whatsapp.
Hay muchas otras cosas que se las llevó el tiempo o el modernismo, como los BARRIOS, los ZAPATEROS, LOS PUNTOS A LAS MEDIAS, el AFILADOR de CUCHILLOS o el ESTIRADOR DE SOMIERES. Hay mucho más que aún no olvidamos.
Otro día, seguimos recordando, con un dejo de nostalgia estos artículos que mágicamente se llevó el calendario.