En la actualidad hay países que hablan de democracia y no la ejercen. Realizan elecciones truchas, donde eliminan a los candidatos opositores que les pueden representar algún riesgo, mediante fórmulas que resultan risibles y hasta infantiles.
Después, se visten de demócratas y continúan manejando todo y enriqueciéndose de manera escandalosa y repugnante, mientras los habitantes del país deben obedecer y aceptar lo que se les imponga. En caso contrario, corren serios peligros de desaparecer.
Como usted ve el panorama no es el mejor y lo que sorprende es que algunas personas acepten a unas dictaduras y rechacen a otras, cuándo todas ejercen las mismas injusticias y las mismas tropelías.
Las dictaduras son una forma de gobierno y la democracia es otra. Todo lo demás es cuento y cursilería demagógica.
Las dictaduras se saltan normas que la democracia respeta. Son esquemas políticos absolutamente distintos, que no pueden convivir. Los que creen algo diferente, debieran visitar al siquiatra para despejar las dudas de su personalidad. O una o la otra. Lo demás son indefiniciones que hoy no se aceptan…ni se respetan.
¿No le parece?