LOS RELOJES Y LAS JOYAS PROHIBIDAS
“Por Dios que enredo más grande el de los relojes de alta gama. Ya nadie entiende nada“, dice agraviada la señora Lela. “Yo lo entiendo todo“, le responde la prima. “Entonces, explícamelo por favor”.
La prima afirma decidida “Una persona fuera del país robó unos relojes de alta gama y los hizo llegar a nuestro país secretamente. Aquí una mafia que funciona hace años, los comercializó, cometiendo toda clase de delitos“. La señora Lela contesta abrumada: “Que a los culpables los metan presos y punto”. “Claro, como si fuera tan fácil. No te has dado cuenta que la justicia es lenta. Falla cuando nadie se acuerda de los hechos”, le interrumpe la prima y le agrega: “Aquí se favorece a los tramposos, a los inmorales y a los delincuentes y se perjudica a las víctimas”. La señora Lela quejumbrosa termina: “Estamos pal gato”.
FESTIVAL SIN ORQUESTA
“¿Cómo van a hacer un Festival sin orquesta? Es algo que no entiende nadie. Es como un asado sin carne“, dice desencantada la prima y la señora Lela le contesta: “Es que ahora hay que cambiar todo. ¿Y para qué? Está bueno ya de eliminar cosas que son importantes, como la orquesta en un festival musical”.
“Pareciera que el mundo está loco y nadie lo entiende”, le comenta la prima y le agrega: “Un festival sin orquesta, es como una fiesta sin música. Y lo peor es que unos músicos grabaron, para callado, las presentaciones, las cortinas y varias cosas más”. La señora Lela concluye: “Qué mundo más raro y más extraño. Ya nadie lo entiende“.
LOS INCENDIOS Y LAS ALTAS TEMPERATURAS
“¿Qué pasó ahora que hace tanto calor?”, dice abrumada la prima y la señora Lela la mira y le contesta: “¿Qué va a pasar? El cambio climático“. La prima le insiste “pero esto es insoportable“. “Así es la cosa hoy. Hay muertos, heridos y muchos, pero muchos damnificados por los incendios”.
“Vivimos un mundo terrible, imposible de aceptar”, le reflexiona la señora Lela. Ambas se miran, con desconcierto, no entendiendo lo que sucede. “Estamos mal y no tenemos solución rápida a todo lo que nos sucede. ¿Qué podemos hacer?”. El silencio se impone en el lugar.