LA INFLACIÓN… NO SE DESINFLA
“Esto de la inflación me tiene enferma, las cosas suben y nadie ayuda a los que menos tienen”, dice la señora Lela con hastío, mientras la prima le responde con ironía: “Que lo arreglen los parlamentarios, si para eso los elegimos, para solucionar los problemas”. “Claro, pero no lo hacen”, le interrumpe la señora Lela y agrega: “No pasa nada en materia de acuerdos. Al contrario. Siguen discutiendo cosas sin mayor interés para la población”.
“¿Y entonces, qué hacemos ?, le dice la prima. “No sé, no se me ocurre nada”, musita en voz baja la señora Lela y la prima le señala muy campante. “Si no se te ocurre nada, dedícate a la política, ya que a los políticos tampoco se les ocurre nada”. Ambas ríen de buena gana.
¿VOTO OBLIGATORIO?
La prima de la señora Lela, algo alterada le dice: “¿Voto obligatorio? Y dónde quedó la libertad de la que tanto se habla? La señora Lela la mira complaciente y le retruca. “Hay algunas obligaciones ciudadanas que es un deber cumplir”.
“Claro, para elegir a los mismos de siempre. La abstención existe en todo el mundo”, le dice la prima un poco ofuscada. “Bueno, a lo mejor tienes algo de razón, pero es la ley”. La prima le mira y agrega. “Están legislando sobre cosas que no interesan y olvidan lo que la gente necesita y demanda”. La señora Lela sonríe maliciosamente.y las dos se miran con complicidad.
¿SERÁ FELIZ EL 2023?
Los abrazos se acompañan de la tradicional frase UN FELIZ AÑO. Pese a este deseo verdadero y fraterno, todo indica que los próximos 365 días del 2023, serán del terror, en lo económico y en lo delincuencial.
Una lástima. No hay que desear FELIZ AÑO, sino que NO SEA TAN MALO EL AÑO QUE VIENE. La señora Lela y la prima están muy de acuerdo y prefieren guardar silencio. El futuro no se ve muy bien, ya veremos lo que pasa.
Igual les deseamos un FELIZ AÑO 2023. Que lo pase bien y que no le roben. Menos que los asalten o les hagan daño
Un año feliz, si Dios lo permite le desean la señora Lela y su prima. Ojalá sea así.
