LAS TOMAS DE HOY
La señora Lela llega a su casa atareada y le dice a su prima: ¿“Hasta cuándo van a seguir las tomas de terrenos por personas que no son los dueños y después construyen sus viviendas en esos lugares? Eso no puede ser”. La prima la interrumpe: “Eso no es nada, porque hay unos vivarachos que encima les venden esos terrenos”.
La señora Lela ofuscada: “¿Pero cómo les van a vender sitios que no son de ellos? Tú estás loca”. “Desgraciadamente es así”, le insiste su prima. “Entonces el país está loco”, le dice la señora Lela. “¿Sabes? Más de alguna vez pienso que sí. Estamos todos un poco locos y ni siquiera nos damos cuenta”, concluye la señora Lela y cierra la puerta de su pieza, con mucha rabia.
LA CÁMARA DE DIPUTADOS
“Por Dios, cómo los políticos van a recuperar su prestigio y su credibilidad, si cada cierto tiempo se mandan un numerito que nos deja helados”, dice la señora Lela con decisión. “¿A qué te refieres?”, le contesta su prima. “¿A qué me voy a referir? A la elección de la presidencia de la Cámara de Diputados”.
¡Qué papelón!, le replica su prima y sigue: “Los parlamentarios dieron una clase magistral de lo que es la politiquería, el muñequeo, el acomodo y la triquiñuela pequeña. No respetaron acuerdos hechos con anterioridad, ni otros que armaron el mismo día”. La señora Lela le agrega: “No sé respetan ni ellos mismos”.
Las dos se miran con cara de duda e impotencia y la señora Lela remata: “Y después quieren que uno vote por ellos. Serán aturdidos…”
LA TV, MÁS DE LO MISMO
“¿Has visto televisión?”, le pregunta la señora Lela a su prima. “¿Para qué?, le responde la prima y agrega: “No me siento interpretada por los programas que hay. Aparecen siempre los mismos que entrevistan a los mismos y le preguntan lo mismo”. “Sabes que tienes toda la razón y además los programas de concurso o de entretención, son más fomes que yo. Son tan obvios que uno los conoce, sin verlos”. Las dos se ríen y encienden la radio.