Las imágenes emitidas por la televisión durante el jueves podrían ser de archivo. Se repiten con la llegada de cada sistema frontal especialmente en la ciudad capital. Anegamientos, desbordes de canales y cortes del suministro eléctrico forman parte de los 1.541 puntos críticos de la Región Metropolitana.
En el primer día del invierno llegó la ansiada lluvia a la Región Metropolitana…y con ella los mismos problemas de siempre. Los medios de comunicación ocuparon todos sus espacios para reflejar las dificultades de los habitantes de la ciudad capital y las emisoras de radio llenaron sus despachos con la contingencia.
Calles anegadas, viviendas afectadas, desborde de canales, cierre de estaciones del Metro, un supermercado (en Buin) con sus pasillos inundados, tránsito suspendido en diversas calles con las consiguientes dificultades para los pasajeros, Y podríamos seguir agregando, como la turbiedad del río Maipo y la posibilidad de sufrir problemas en el abastecimiento del agua potable y la evacuación preventiva de casi mil personas en la localidad de San Alfonso al interior del Cajón del Maipo. Tampoco se puede dejar en el tintero la suspensión de clases en al menos cinco comunas: Maipú, Pirque, Puente Alto, La Pintana, San José de Maipo y Conchalí.
-El director del Senapred, Álvaro Hormazábal, dio cuenta de 1.541 puntos críticos en la Región Metropolitana en el marco de los sistemas frontales
¿Por qué ocurre esto?
Para encontrar una explicación a esta situación que se reitera cada año, hay que recurrir a la opinión de los que saben.
El profesor Alexis Vásquez, experto en gestión y planificación ambiental y académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, de la U. de Chile, “el diseño de nuestras ciudades no ha sido sensible al agua ni a los ciclos del agua. Por ejemplo, la proporción de superficie impermeable (cemento) de nuestras ciudades genera que tengamos problemas cada vez que llueve. Cuando el Gran Santiago considera tasas de impermeabilización del 80 por ciento es evidente que vamos a tener problemas con el agua, porque si el suelo está sellado pierde la capacidad de infiltración, de actuar como esponja y regular las inundaciones”.
El académico asegura que “lo que antes era humedal y que amortiguaba inundaciones está siendo urbanizado, porque es drenado, se deja que se sequen y se construye. Estamos en constante colusión con los procesos naturales” y esto genera crecientes conflictos en los que nuestras ciudades no estarían preparadas para ciertos escenarios, incluso los más comunes” (como la lluvia).
Es decir, parodiando a series de televisión “ésta historia continuará…”