Los parques de mi juventud por Alfredo Lamadrid B.

Dos fueron los parques donde se desarrollaron los más recordados años de mi ya lejana juventud. El Bustamante y el Forestal. En el primero, fueron inolvidables las pichangas de fútbol que alegraron las tardes de primavera, con goles y peleas que nunca olvidaremos. También en este paraje natural “calentábamos” los exámenes a fines de año y nos divertíamos con la música que nos emitían las primeras radios a pila que revolucionaban el ambiente juvenil. En el Forestal, nos iniciamos en las lides del amor. En cuantas oportunidades juramos amor eterno, sin entender lo que significaba? Más de alguna vez, fuimos a una fiesta y pudimos admirar desde una terraza, la belleza de este lugar en la noche.

Era algo parecido a un poema, con rima misteriosa y desconocida.

Tantos recuerdos destruidos por la terrible realidad de nuestros tiempos.

En la actualidad en el Bustamante, se da paso a la droga, al alcohol, a la prostitución, al matonaje, al asalto, a la fiesta constante con sonido beligerante y a cuánta bajeza humana se le ocurra.

El Forestal está lleno de carpas que albergan a delincuentes, migrantes ilegales, personajes de baja estofa y algunos otros desperdicios humanos. Las carpas no tienen baño y usted puede imaginar donde hacen sus necesidades los habitantes, además de practicar el sexo al aire libre, acompañado de droga y alcohol. Bailan y hacen fiesta todas las noches, con mucho ruido molesto y el que cruza el parque es asaltado.

Los vecinos de ambos parques viven atemorizados y desesperados al ver que nadie hace nada al respecto.

¿Dónde quedaron los recuerdos del pasado? ¿A alguien le interesa? ¿Dónde rememoramos aquellos años ya idos? Quizá en alguna foto en blanco y negro que cada día se deteriora más, igual que nuestro pasado …y nuestros recuerdos de un Chile más puro, más amable y soñador.

Alfredo Lamadrid B.