Como usted comprenderá son distintos a los que vivimos los plebeyos. Son silenciosos, secretos, misteriosos y logran atraer la atención del público transversalmente. Todos se interesan en conocer lo que sucede en ese mundo diferente y cautivante. Desconocido y pleno de magia, que muchas veces no es tal. Los silencios y el no aparecer públicamente dan paso a los rumores y a la especulación. Ahora, le tocó a Kate Middleton, la bella Princesa de Gales y esposa de Williams.
Ella se sometió a una intervención quirúrgica abdominal, en diciembre pasado y como no se le ha visto más, empezaron las suposiciones: “Lo que pasa, es que está mal en su matrimonio” “Él tiene una amante”. “No, si es ella la que lo tiene”. “La operación develó una enfermedad terminal”. “Le queda poco.” “Está desahuciada”.
Hay muchas especulaciones más, que demuestran lo imaginativo que es el ser humano, mientras informaciones más serias, advierten que la hermosa Princesa se hará ver en la Semana Santa o inmediatamente después de ella, aunque las conjeturas se mantendrán hasta que no se aclare lo que sucedió en este lapso de tiempo, en que Kate desapareció totalmente.
¿Por qué y para qué? Ya lo sabremos.