¿Hasta cuándo va a haber desórdenes, los viernes en Plaza Italia?
Todo empezó con manifestaciones que reclamaban por los abusos, las desigualdades, las bajas pensiones, los sueldos que no alcanzan, la corrupción que no se detiene, las migraciones, la salud tan desigual, las injusticias, el resguardo al medioambiente y tantas otras cosas que siguen estancadas, pese a que la ciudadanía las demanda con urgencia.
Uno se pregunta: ¿Se consigue algo destruyendo los espacios públicos que nos pertenecen a todos y que hoy pareciera que son patrimonio sólo de algunos, que se imponen con la violencia? ¿No será el momento de crear entre todos, un país con más respeto, más justo, más amable y más feliz? ¿Qué ganamos con destruir templos, hoteles, parques, estatuas, semáforos, señaléticas del tránsito, estaciones del metro y lo que se nos ponga por delante?
¿Así se manifiesta el descontento? No sería mejor hacerlo con diálogo, acuerdos, soluciones altruistas y reuniones para aprobar el crecimiento de la nación y ¿no su destrucción?
Para concretarlo, debemos unirnos y juntos -con las diferencias lógicas que tiene la diversidad del pensamiento – luchemos por lograr el país que siempre hemos soñado y que nos merecemos.
¿Es esto imposible? ¿Nos van a ganar los violentistas y los fanáticos? Eso no puede ser, si se impone la razón y no la pequeñez humana que es tan dañina y contagiosa. Pasada la elección -gane quien gane- hay que trabajar por un país más grande y más próspero.
Cambiemos de una vez por todas, lo superficial por lo profundo.
Lo demás, es puro cuento.
Alfredo Lamadrid B.
¿Por qué no decimos la verdad?… Y no solamente lo que nos conviene!
Mi bisabuelo (Fernando Bidart) vino desde Francia a intentar en nuestro país instalar sus sueños… y felizmente lo logró…
Un país que está enterrando sus sueños… por Alfredo Lamadrid B.
Con la situación cómo está y la inseguridad que nos acompaña día a día, se terminan muchas cosas y una de ellas es la capacidad de soñar.
La delincuencia se impone, mientras el país teme… por Alfredo Lamadrid B.
Lo veníamos advirtiendo hace mucho tiempo, pero los políticos no escuchan y dejan que las cosas revienten, para recién ocuparse de ellas.
¿Qué nos hizo cambiar tanto?… por Alfredo Lamadrid B.
Me encuentro con un amigo que no veía hace unos años. En la conversación, él me repite dos o tres veces la frase del momento. “Es que Chile cambió”
El derecho a la esperanza… por Alfredo Lamadrid B.
Cuando se pierde ese derecho, que es lo último a que podemos acudir, no queda casi nada… o sencillamente nada.
La mala educación… y la poca vergüenza… por Alfredo Lamadrid B.
Estoy aburrido de ver como personajes de importancia no responden a los periodistas y noteros que los invaden, cuando estos “personajes” son protagonistas de la noticia.