Rodeado de lagunas, los cisnes decoraban un paisaje romántico y evocador.
Solo el nombre de es esta discoteca nos recuerda tiempos pasados que no volverán. Allá arriba en La Reina Alta, se encontraba este lugar rodeado de lagunas, donde los cisnes decoraban un paisaje romántico y evocador. La música elegida era la precisa y se mezclaban con sabiduría, los temas del pasado con los del presente.
¿Cuántas veces fuimos a Las Brujas a ilusionarnos con el nacimiento de un nuevo amor, también a celebrar una conquista sentimental inesperada o a mantener un romance que tiende a deteriorarse con el paso de los años?
La verdad es no había un espacio más placentero que esta recordada discoteca, para las cosas del corazón. Además, su popularidad no tuvo límites y en sus amplias dependencias y jardines, se realizaron grandes eventos y programas de televisión.
Un día cualquiera, Las Brujas cerró sus puertas de manera definitiva. Una generosa oferta económica, permitió que ese lugar tan especial, se convirtiera en un recuerdo y sepultara para siempre las más variadas historias de vida, que en su contorno existieron y que no olvidamos porque constituyen un pasado que evocamos, ante un presente tan incierto y fugaz.
Las Brujas es, sin duda, un lugar que no se olvida.
