Tras 27 años volvió a aparecer en la última entrega de premios Óscar
La aparición de la actriz Meg Ryan en la última versión de la entrega de los premios Óscar, fue toda una sorpresa. Desde hacía 27 años que no pasaba por una alfombra roja a la que estaba acostumbrada tras una larga carrera profesional en la que destacan tres candidaturas al Globo de Oro y una al premio del Sindicato de Actores a la mejor actriz protagónica.
Actriz de gran éxito comercial, durante tres lustros lideró las taquillas. Hasta 2009, sus películas habían recaudado más de 1.100 millones de dólares en Estados Unidos y en los años noventa se convirtió en la carismática novia del país, gracias a comedias románticas.
En 1989, saltó al estrellato al protagonizar “Cuando Harry conoció a Sally”, junto a Billy Cristal. En este film, que supuso un gran éxito de crítica y público, interpretó una famosa escena en un restaurante en la que simula un orgasmo. Durante esos años, compartió pantalla con Tom Hanks en tres comedias de gran éxito, como fue “Tienes un e mail”.
Según diversos medios, han sido muchos años apartada de los focos tras su éxito como reina de la comedia romántica en la década de los 90, pero parece que está, poco a poco, recuperando su espacio en la primera plana. Tuvo un papel protagónico en la gala de la 97ª edición de estos premios Óscar ya que fue la encargada de entregar junto al actor Billy Cristal la estatuilla a Mejor Película. Antes de abrir el sobre con el nombre de la ganadora dijeron una frase emblemática: “Cuando tienes la oportunidad de ser un ganador del Oscar durante el resto de tu vida, quieres que el resto de tu vida comience cuanto antes».
Ryan y Cristal, que ya habían tenido un reencuentro hace unas semanas al recrear la popular escena de la cafetería de “Cuando Harry conoció a Sally” para una publicidad del Super Bowl.
Meg Ryan eligió para su triunfal regreso a la alfombra roja un vestido de terciopelo de color granate con falda de gran abertura lateral y parte superior en forma de corpiño con escote que jugaba con un sorprendente efecto 3D. El elegante diseño estaba firmado por Ashi Studioy se ajustaba a la silueta de la intérprete de 63 años, quien lo ha defendido con su media melena rizada suelta y sin más accesorios que un brazalete brillante y un anillo –ambos de Tiffany– además de unas altísimas sandalias negras con plataforma de acabado satinado.
