Ya no es posible ignorar la gravedad de la violencia que está viviendo el fútbol nacional en los estadios, que ha dejado una secuela de destrucción y agresiones, incluidos robos a locales comerciales. Todos opinan pero poco se hace, hasta el momento.
El fútbol chileno registró durante las últimas temporadasnumerosos actos de violencia perpetrados por barras bravas, que sumados a la falta de control por parte de la policía y los clubes han convertido los estadios en un territorio hostil. Incluso se han cerrado recintos y encuentros de riesgo se han jugado sin público.
Desde todos los sectores se han hecho múltiples declaraciones, análisis y buscado a los responsables de la situación, incluidas autoridades políticas del Gobierno. Para conocer el origen de esta situación Cada Día Mejor recabó la opinión del experimentado conductor de programas deportivos en radio y televisión Milton Millas.
Milton, ¿recuerdas algún hecho de violencia en particular, que te haya afectado directamente?
“Si por cierto. En un encuentro en el Estadio Nacional estando en la tribuna el entonces presidente Frei Ruiz-Tagle, comenzaron a quemar diversos materiales los barristas en el sector norte, y fue tanta la cantidad de humo que tuvimos los periodistas y locutores que abandonar las casetas de transmisión. Fue muy violento y la consecuencia fue la interrupción del partido. No recuerdo si el presidente Frei se fue inmediatamente.
¿Cuál es el origen de este problema?
“El origen de esto en Chile comienza cuando un señor de apellido Martínez empezó a organizar la barra de la Universidad de Chile y fue a tomar contacto con la barra de Boca Juniors en Argentina. La idea fue copiar el modelo y traerlo a Chile. Cuando asumió la presidencia de Colo-Colo Peter Dragicevic, acompañado de Jorge Vergara, hicieron lo propio. Años después el doctor Orozco en la presidencia de la U, con la mejor de sus intenciones, potenció a la barra Los de Abajo e incluso les armó una escuela, con una casa. El lugar una vez fue allanado y encontraron de todo en el interior…y no eran precisamente libros.
“La relación entre las dirigencias del fútbol y las barras existió por años, creo que ahora no. Pero antes los clubes les financiaban los viajes y las regalaban las entradas, y eso lo sabía todo el mundo porque los barristas hablaban orgullosos de esa relación.
¿Y la violencia?
“La violencia existió siempre y el tema estaba presente. Incluso hubo un diputado, Felipe Harboe, que viajó a Inglaterra puntualmente para estudiar cómo las autoridades habían enfrentado a los hooligans ingleses que eran las barras bravas más agresivas de Europa.
“Pero en esto hay algo claro. No le pueden pedir al fútbol que solucione el problema de la violencia sino se controla la violencia en otros ámbitos de la sociedad, como en la Alameda que se la toman cualquier día de la semana, por ejemplo…creo que esto está exacerbado por la situación del país.
¿Ayuda la presencia de Carabineros en los estadios?
“Sin duda que ayuda. Lo que hay que hacer en mejorar los filtros. Antes a dos cuadras los Carabineros te pedían la entrada para pasar. Hay que usar los controles faciales, como en todas partes del mundo, para detectar a los delincuentes. Además, implementar una fiscalización adecuada. Los guardias privados que contratan los clubes no tienen autoridad para registrar los bolsos ni los implementos para imponerse. En eso ayudaría la presencia de Carabineros, que si tiene presencia y autoridad legal para proceder”.