Mientras los políticos siguen discutiendo sin ponerse de acuerdo en nada, la ciudadanía se prepara para enfrentar un lunes 11 de septiembre que se presagia como nunca complicado para los chilenos de a pie.
La “sensación térmica”, como diría un meteorólogo, para este 11 de septiembre es alta, mucho más alta de la que una inmensa mayoría quisiera.
Y es que los aprontes no han sido de los mejores. Desde que el Gobierno aceptó la renuncia del encargado de diseñar la conmemoración del cincuentenario del golpe de Estado, Patricio Fernández, cediendo a las presiones más izquierdistas, pasando por el anuncio en el extranjero del presidente Boric de convocar a la firma de una declaración conjunta de todos los sectores políticos, sin que estos lo supieran, y llegando hace unos días a un clima “eléctrico” o “tóxico”, cualquiera sea el término que se prefiera, el ambiente está tenso.
Como si todo lo anterior no bastara, el jueves la Delegada Presidencial para la Región Metropolitana, Constanza Martínez, informó a la prensa que se han detectado 14 puntos conflictivos, mencionando solamente en términos generales algunas comunas (Estación Central, Quilicura, Peñalolén, entre otras).
Martínez dijo que por motivos del trabajo de “inteligencia” no se especificaban los puntos concretos. Tal vez lo inteligente habría sido no dar a conocer públicamente la información y así no provocar más inseguridad en las personas, que habitan en las comunas mencionadas y que corresponden a casi la mitad de la Región Metropolitana.
Para agregar más “leña a la hoguera”, de acuerdo a la información de la delegada, entre el 10 y 11 de septiembre se realizará un despliegue de alrededor de 2.400 efectivos policiales. Además, habrá más de 411 medios logísticos, incluyendo tres helicópteros. Y la guinda de la torta: se agregó que la Policía de Investigaciones realizará a partir de este viernes labores de órdenes de detención, arresto y aprehensión pendientes.
Entonces, está claro: hay un lunes 11 negro a la vista y el pronóstico del tiempo anuncia lluvia.