Alrededor de 15 mil personas asistieron a sus dos presentaciones.
La argentina Leda Bergonzi, oriunda de la ciudad de Rosario, es la cabeza visible de la agrupación religiosa Soplo del Dios Viviente que ha adquirido popularidad en los últimos años por presuntamente conceder deseos a sus fieles mediante la oración.
Miles de personas congregó en el Templo Votivo de Maipú y en la Gruta de Lourdes la mujer conocida como “Sanadora de Rosario”, todas ellas en busca de ser tocada por ella y así conseguir una cura para sus males. Sin duda, un acto de fe que se asume con el derecho a la libertad de conciencia que tiene cada ser humano.
La historia personal de Leda, 44 años, casada, madre de cinco hijos y abuela, ligada a la fe empezó a darse a conocer en 2015, año en el que asegura haber tenido una conexión con el Espíritu Santo que le entregó la capacidad de curar enfermedades. Desde entonces, realiza liturgias de sanación, y muchas personas afirman haberse sanado de sus males. Con el tiempo, su popularidad fue en aumento y comenzaron verdaderas romerías a su ciudad para lograr que le impusiera las manos. Cabe recordar que su labor es respaldada por la Iglesia Católica y que no cobra dinero por su labor religiosa.
Como era esperable su primera visita a Chile fue todo un fenómeno que recibió amplia cobertura de los medios de comunicación. Desde días antes del primer encuentro en Maipú, decenas de personas acamparon en el lugar, muchos de ellos provenientes de regiones. Pese a la intervención de Carabineros, en ambos eventos se produjo una situación caótica por la aglomeración y la imposibilidad real que todos los asistentes pudieran cumplir con su intención de ser tocadas por la sanadora.
Aunque la mayoría de los asistentes mostraron su alegría y satisfacción por el solo hecho de estar presentes, las críticas no se hicieron esperar. En carta publicada por El Mercurio, cuatro académicos expertos en Bioética, rechazaron la afirmación de la sanadora en cuanto a que el origen del cáncer es la falta de perdón.
«Aseveraciones como esta han culpabilizado históricamente a las personas con cáncer sobre su enfermedad, atribuyendo su aparición a una mala gestión emocional, ignorando la evidencia que ha desestimado permanentemente esta creencia”, responden los expertos.
«Esto es inaceptable y nos preocupa sobremanera que los medios de comunicación amplifiquen esta forma de concebir la enfermedad, lo que podría constituir una agresión para los y las pacientes, así como a la memoria de quienes han fallecido por esta causa. El cáncer no da por rencores guardados, ni por cobijar odio en el alma o por falta de perdón», concluyen.
Sin duda, dos visiones que se vienen contra poniendo desde siempre: Fe y Ciencia. Usted decide.