Equipo CDM
Tras sostenerse en el cargo por casi dos meses en medio de una crisis de la cual fue el objeto de las críticas, tanto de la oposición (esperable) como de sectores del oficialismo (inesperado) la renuncia de Giorgio Jackson abre la puerta para que, finalmente, el Gobierno pueda retomar su agenda.
La presencia del hasta la tarde del viernes ministro Giorgio Jackson se hacía insostenible, especialmente por el anuncio que el lunes se presentaría una acusación constitucional en su contra. Diversos analistas ya habían anticipado que la situación era compleja y que debía resolverse ante que se hiciera efectiva la mencionada acusación.
«Después de tener una reunión con el Presidente he tomado la decisión de presentar mi renuncia, de forma indeclinable», dijo Jackson en un punto de prensa en La Moneda misma. «Quiero decir que yo presenté mi renuncia de forma indeclinable porque estoy convencido de que se tiene que generar, por más injustos que sean, ambientes para los acuerdos.
Así, tras 17 meses de participar en la administración del aparato público, dejaba un cargo, pero también a un compañero de ruta de al menos el último decenio.
Ambos surgieron desde los campus universitarios para impulsar los cambios en el área de la educación durante el segundo gobierno de Michele Bachelet, formando un trío inseparable junto a la actual ministra Camila Vallejo.
Boric, Jackson y Vallejo llegaron juntos a la Cámara de Diputados. Mientras ella militaba en el Partido Comunista, sus dos compañeros emprendieron rutas progresistas en otros movimientos y partidos, hasta la formación del Frente Amplio y vencer en una primaria al representante del PC e iniciar un rumbo que los llevó a La Moneda.
Entonces, no es un ministro más que se cambia por errores o ajustes políticos. Sale del Gobierno quien es sin duda un personaje distintivo en la Administración Boric. El reemplazante de Jackson asumirá el cargo, pero no podrá ocupar su lugar en la cercanía y confianza del Presidente.