“Realizan actividades de juego de azar dentro de las fronteras de Chile, sin autorización legal o de alguna autoridad fiscal nacional, por lo que son ilegales de acuerdo con la normativa nacional, dice en parte de su dictamen la Corte Suprema.
Se veía venir y llegó. Un dictamen de la Corte Suprema condenó a las casas de apuestas on line a salir de la actividad en Chile, con unas consecuencias económicas aún no valoradas para prácticamente todos los clubes de fútbol profesional, tanto de primera como de segunda división.
Desde que la Polla Chilena de Beneficencia entabló una demanda, el 2022, las casas de apuestas implementaron lo que se denominó como “lobby feroz” a nivel político, especialmente entre los diputados, para revertir lo que se veía venir, conscientes de que al menos estaban actuando en un terreno oscuro para implementar sus actividades. Su idea era conseguir que a nivel parlamentario se legislara sobre el tema y lograr la legalidad de un negocio millonario.
Nada de lo anterior fructificó. Los esfuerzos y dineros invertidos se estrellaron contra la resolución judicial que es taxativa: “La apuesta deportiva online, como lo es la actividad que denuncia la recurrente de autos (la Polla Chilena de Beneficencia) se encuentra proscrita en nuestro ordenamiento jurídico, revistiendo a las deudas contraídas en dichos juegos de azar de objeto ilícito, como asimismo sancionando penalmente a quienes posibilitan dicha actividad como a quienes participan de ella”.
Pero no es todo. El ministerio de Justicia dio 30 días de plazo a la ANFP para poner término a los contratos que tiene con las casas de apuestas, bajo pena de perder su personalidad jurídica por ser una corporación sin fines de lucro. Según información pública, el contrato suscrito es por 8,5 millones de dólares. La ANFP respondió afirmando que el ministerio no tenía facultades para proceder como se pretendía, pero el “Supremazo” desbarató el argumento.
Son 24 las casas de apuestas que deberán de desaparecer del espectro nacional. Además, otro coletazo será que los clubes que lucen en sus camisetas logos de esas entidades, que son todos salvo Unión Española, dejarán de recibir aportes económicos.
En suma, la tarjeta roja de la Corte Suprema al fútbol está obligando a un reordenamiento de consecuencias aún no cuantificables en la llamada “pasión de multitudes”.
