Según el último informe epidemiológico publicado por la OMS, el número de casos descendió un 12% en la semana del 29 de agosto al 4 de septiembre respecto a la semana precedente, hasta los 4,2 millones de nuevos contagios declarados. El número de infecciones es, sin duda, mucho más elevado debido a que los casos poco severos no se declaran, pero también a que numerosos países han desmantelado su infraestructura para realizar tests.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que el mundo «nunca ha estado tan cerca del fin de la pandemia de covid-19», después de que la semana pasada se registrara la cifra más baja de fallecidos por coronavirus desde marzo de 2020.
«Aún no estamos allí, pero el fin de la pandemia está a la vista», subrayó Tedros en su rueda de prensa semanal, en la que pidió que no se frenen por ello los esfuerzos para combatir la covid-19, ya que «un corredor de maratón no se para cuándo comienza a ver la línea de meta».
Tedros insistió en que detenerse ahora «es correr el riesgo de más variantes del coronavirus, más muertes, más problemas y mayor incertidumbre».
Para ayudar en esta «recta final», Tedros anunció que la OMS ha emitido un plan de asesoramiento para políticas sanitarias nacionales, «basado en las evidencias de los últimos 32 meses sobre lo que funciona mejor para salvar vidas, proteger las redes de salud y evitar perturbaciones que afecten a la economía y la sociedad».
Entre las recomendaciones, que mencionó el propio Tedros, figura el invertir en la vacunación especialmente en grupos de riesgo, la continuidad de los test de coronavirus en laboratorio para controlar posibles nuevas variantes y mejoras en los sistemas sanitarios.
Según el último informe epidemiológico publicado por la OMS, el número de casos descendió un 12% en la semana del 29 de agosto al 4 de septiembre respecto a la semana precedente, hasta los 4,2 millones de nuevos contagios declarados.
El número de infecciones es, sin duda, mucho más elevado debido a que los casos poco severos no se declaran, pero también a que numerosos países han desmantelado su infraestructura para realizar tests.
Al 4 de septiembre, la OMS contabilizaba más de 600 millones de casos oficialmente confirmados – una cifra que se presume muy inferior a la real, lo mismo que el número oficial de decesos: 6,4 millones de muertos en todo el mundo.