Corte de electricidad provocó hasta toque de queda
Chile prácticamente se paralizó el día martes a partir de las 15:16 horas, producto de un masivo corte del suministro eléctrico que afectó desde Arica a Chiloé. Algo impensado, inaudito y que refleja sin duda la precariedad del sistema.
El caos produjo consecuencias incontables que oficialmente se reflejó en las medidas que el gobierno debió asumir: estado de catástrofe y el consiguiente toque de queda, acompañados de declaraciones de rigor por parte del presidente Gabriel Boric y otras autoridades.
El corte masivo se produjo, según los antecedentes disponibles, producto de una interrupción del suministro eléctrico provocado por una desconexión del sistema de transmisión de 500 kV en el Norte Chico, según confirmó el Coordinador Eléctrico.
La falla habría sucedido en la estación Nueva Pan de Azúcar – Polpaico (Región de Coquimbo). Acorde a Radio Bío Bío, esta subestación funciona con 500 kilovoltios, que es un voltaje alto.
Aparentemente, dos de los tres circuitos o carriles de esta “autopista eléctrica”, dejaron de funcionar, lo que significa que uno de los tres circuitos sigue operando y está llevando una carga de 1.800 M.V, una cantidad muy alta de energía.
Si esta línea falla completamente, podría haber habido un corte de energía o problemas en el suministro eléctrico en varias zonas del país, que es lo que se produjo con esta caída general.
Las consecuencias para la población fueron múltiples, incluido la suspensión del Festival de Viña, un toque de queda improvisado con consecuencias todavía no ponderables y cerca de tres mil efectivos militares en las calles para resguardar la seguridad de la población.
Pero, sobre todo, una demostración más de la debilidad de un sistema de suministro eléctrico, como quedó ya demostrado en el invierno pasado cuando miles de hogares pasaron semanas sin electricidad.
