Abatido empiezo a escribir. Ha partido la mejor persona de la televisión chilena. Con Patricio Bañados, pertenecíamos al equipo fundador del Canal 9 de la Universidad de Chile. Fuimos miembros de la idealista generación instruida por Raúl Aicardi e inaugurada a fines de 1960. Me tocó ser su libretista cuando animó Chile TV y Primer Plano. Desde entonces fuimos amigos. Durante su destacada labor en canales europeos siempre nos carteamos. A su retorno se mantuvo inalterable la relación. En la última conversación de diciembre, posteriormente a que la rectora Rosa Devés lo distinguiera como uno de sus valores televisivos -acto al cual no pudo asistir por enfermedad- y en la que hizo gratos recuerdos de Diana Sanz, también galardonada: Era la novia de Chile, sus conmovedoras palabras finales fueron, Tal vez ya no nos volvamos a ver.
Grande, culto, bien inspirado, valiente, ejemplar. Total, como dicen los muchachos hoy, fue Bañados. Personaje pleno de méritos y virtudes. Como todo ser humano, sostenedor de amarguras. Señalaré un par. Postulo que en 1988 sin su participación como rostro de la Franja del No, la Concertación no habría ganado a la corriente fascista que deseaba que la dictadura de Pinochet se mantuviera en el gobierno. Bien realizada, excelente música, motivador fue el trabajo desplegado por sus ejecutores. Sin embargo, todo el peso de la campaña cayó sobre Patricio que día a día arriesgó su vida y la de su familia para denunciar la tiranía y contar la verdad política. Su honorabilidad, probidad, transparencia, fue carta del triunfo para que volviera la democracia.
Al regreso de la Concertación, se pensó que Bañados ocuparía algún cargo de importancia. Pasaron las semanas y su nombre no aparecía en nominaciones. Por teléfono manteníamos contacto:
-Vas a creer, Toño, que me han ofrecido el puesto de Agregado Cultural y de Prensa en España. A mí que he vivido años en Europa, ese cargo no me atrae. Se están riendo de mí.
El tradicional pago de Chile. ¿Por qué seremos tan chuecos? de nuevo se le cruzó: me lo narró un mediodía frente a una taza de café en Providencia.
-Te confieso que nuestros peores enemigos han sido gente de la propia Concertación. A los que abiertamente trabajamos por derrocar a Pinochet, prefieren marginarnos.
-¿Fuimos muy ilusos?
-Creo que sí. En mi caso, sobrevivo, creo que con cierta decencia, pero no tengo posibilidad alguna de desarrollarme dentro de mi profesión.
¿Verdad que fuiste rechazado para hacer una campaña publicitaria como rostro de la Universidad Santo Tomas y que te rechazaron porque estabas demasiado marcado?
-Toño, te podría contar muchas situaciones como esa. Te repito, a mí la Concertación no me ha dado ni un aviso publicitario. Si logro salvarme es gracias a algunos avisadores de derecha. Parece que ellos si creen en mí.
En otra ocasión, almorzando en un restorán de comida italiana en Isidora Goyenechea me confidencio otra amargura:
-Ya pasó el tiempo, pero te confieso que después del triunfo de la Franja del No, pensé que me nombrarían Director de Televisión Nacional. Era un cargo que habría asumido encantado. Son tantas las tareas que se pueden hacer a través de las cámaras. La TV es el mejor vehículo para formar, para ayudar al pueblo a adquirir cultura y que pueda comprender los problemas que nos aquejan como sociedad.
Sin concretar su sueño televisivo, reitero, partió el mejor hombre de la televisión chilena.