En los tiempos de la Dictadura, el periodista de espectáculos Luis Fuenzalida, calificó de “piérdete una” a los artistas que estaban bien con el régimen y no se perdían show y actuación en vivo o en televisión que se realizaba en ese tiempo, mientras los otros masticaban el amargo sabor de la cesantía.
Pasada esa época, se pensó que esto se terminaría… pero desgraciadamente no fue así. Se mantiene y ahora se le suma el nepotismo.
Hay un Dirigente de Partido que tiene a todos sus familiares ubicados en puestos que dependen del gobierno, incluso a sus yernos. Un ex senador, hizo lo mismo con algunos parientes. Un ex Presidente quiso nombrar a su hermano como Embajador. El Consejo Nacional de Televisión, curiosamente siempre financia proyectos de postulantes que son simpatizantes de la línea política del gobierno de turno. Y así sucesivamente, se podrían citar muchos otros ejemplos, que respaldan lo que afirmamos.
Agreguemos que el trámite de postulación para el CNTV, es complicado, engorroso y sin la más mínima lógica. Es un hecho que muchos postulantes contratan a personas, para que le realicen este trámite, por lo difícil que resulta.
¿Cuándo vamos a lograr que en nuestro país se apoye a los que lo merecen y no
a los piérdeteuna de siempre? ¿Hasta cuándo los amigos de los políticos o de personas influyentes se van a imponer, por recomendaciones mediocres, postergando a los más capaces? Será posible que la razón derrote a los inescrupulosos, alguna vez?
Parece que no.