La delincuencia pareciera no tener límites
Me dice un amigo y me agrega: “Hasta cuando tenemos que esperar para que se controle la delincuencia”… y tiene razón.
No hay duda que estamos sometidos por el delito, que es algo que invade nuestro país. La mayoría de los ciudadanos se “encarcela “ en su vivienda, después de las 7 de la tarde.
La gente vive atemorizada porque la delincuencia ya no tiene límites y pareciera que todo se resuelve a balazos. En medio de todo esto, están los carteles de drogas, los ajustes de cuentas y los funerales narcos.
Los homicidios aumentan cada día, junto a los portonazos, los asaltos y los robos que se realizan a plena luz del día. En suma, un país distinto al que conocimos y admiramos.
No dudamos que el gobierno y las policías han hecho lo que han podido y que han practicado diversas estrategias para desbaratar la delincuencia, pero no lo han logrado.
Tenemos la sensación que hay que extremar las medidas y optar por otro tipo de acciones, para proteger a los ciudadanos y no tener que lamentar después, lo que se pudo evitar.
Estamos en una crisis de seguridad, enfrentémosla como tal. Con la seriedad y el rigor que estas situaciones se merecen.