Ante la muerte de un intelectual de tomo y lomo.
Cuando tenía 83 años, emprendió el viaje final el talentoso Antonio Skármeta, creador de grandes historias y Premio Nacional en su actividad. También Embajador de Chile en Alemania.
“Ardiente Paciencia” fue su creación más recordada. Fue reconocido en diversas ocasiones y premiado en innumerables oportunidades. Además, se hizo masivamente conocido por su participación televisiva, que se extendió por más de 10 años.
Era un personaje inteligente, creativo, prudente, imaginativo y muy humilde. Su gran pasión era la hípica.
Entre las múltiples actividades que desarrolló, estuvo la actuación y en sus años de estudiante universitario dirigió el CADIP (Centro de Arte Dramático del Instituto Pedagógico) y también ejerció como profesor universitario en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile.
Skármeta fue un intelectual que no hacía merma de ello. Al contrario, siempre llano y abordable.
Muchos lo recordarán por “El Show de los Libros”, en TVN. Sin embargo, en la despedida hay que decir que Antonio Skármeta fue mucho más que eso.
Que descanse en paz.