En el Chile de hoy todo es posible y estamos expuestos a lo que no esperamos
Esa es la sensación que tiene la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de a pie, como se les denomina actualmente a las personas comunes y corrientes. Aquí no se trata de hacer política ramplona, chabacana, mediocre ni de favorecer a la izquierda ni a la derecha, tampoco al centro.
Se trata de describir imparcialmente los momentos que vivimos. Continuamente nos sorprendemos con escándalos que han dejado de asombrarnos. Así nos enfrentamos al “caso relojes”, al de los “audios” y ahora al de los “delitos sexuales”. Todo esto, mezclado con corrupción, delincuencia y narcotráfico, nos dibujan un paisaje oscuro y decadente.
Si en la actualidad sumamos a todo esto, la desgraciada participación del exsubsecretario Monsalve en un hecho por todos conocido, el panorama es inesperado, frustrante, limitante y decadente.
Pareciera que en el Chile de hoy todo es posible y estamos expuestos a lo que no esperamos, mientras lo que deseamos cada vez se nos aleja más.
Por todo esto, hemos titulado esta columna “De tumbo en tumbo” porque así nos sentimos continuamente, ya que cada día se nos caen instituciones y personas que alguna vez pensamos que eran intachables. ¿En qué irá a terminar todo esto?, nos preguntamos con frecuencia y todavía no tenemos respuesta. Quizás, no lo sabremos jamás.