Lo que queremos la gran mayoría de los ciudadanos, es SEGURIDAD. Todo lo demás puede esperar o se puede demorar, pero el tener miedo de salir a la calle es algo tremendo y, además, que no estamos preparados para enfrentar este flagelo.
No queremos disculpas del Gobierno, ni del Parlamento, ni del Poder Judicial. Estamos aburridos de que nadie nos represente y nos posterguen por cosas burocráticas. Por proyectos que duermen años, sin que sean discutidos ni aprobados. Por promesas que no se cumplen. Por políticos que se entretienen en peleas estériles y de poca monta, desconectándose de lo que piden los habitantes.
Nos damos cuenta que no nos escuchan y nos postergan, pese a que somos los mismos a los, que antes de cada elección, nos piden el voto y nos prometen que todo va a cambiar y va ser mejor.
La seguridad es fundamental en un país donde reina el temor y la gente se siente desprotegida. No podemos seguir así, hay que pasar de las palabras a la acción y superar lo que estamos viviendo.
Lo pedimos con humildad, pero con fuerza. Esto no puede demorar más.
Pareciera que hay que inventar un idioma nuevo para ser escuchados, ya que como dice el refranero popular “no hay peor sordo, que el que no quiere escuchar”.