A propósito de los 60 años que celebra el movimiento, revivimos parte de una conversación sostenida con sus protagonistas, con motivo del estreno de la película “Un concierto inolvidable”, de Elías Llanos, en 2014.
Cuando algunos de ellos, que ya han partido de este mundo, todavía estaban con nosotros. Los participantes de la charla están identificados con las iniciales de sus nombres: LD (Luis Dimas); PR (Peter Rock); LE (Luz Eliana); M (Marisa) y su interlocutor, “Cada Día Mejor” (CDM).
LD: Nos dimos cuenta que creamos por casualidad el movimiento de música popular más y vendedor de la historia de Chile.
PR: Será recordado durante siglos…
LE: En Sudamérica
PR: Aquí fue antes que México, antes que Argentina. Yo grabé el primer disco de la Nueva Ola en octubre de 1959. Después vinieron, Lucho, Danny Chilean, los hermanos Zabaleta, los Carr Twins, Nadia Milton…
LE: Fresia Soto, Gloria Aguirre, María Eugenia, María Teresa
PR: Yo partí antes que Los Beatles. Los Beatles partieron en el 62
LE: En los rankings votaban tanto por Los Beatles como por Lucho Dimas, Marisa, Luz Eliana. ¡En collera con Los Beatles, nada menos!
LD: El Rock del Mundial vendió un millón de copias; con “Caprichito” yo también vendí. Ni siquiera Los Beatles alcanzaron aquí un millón de copias.
PR: Yo estaba en el Liceo Lastarria y Jorge Pedreros en el Liceo 7. Año 58. Jorge agarraba un corcho se pintaba unas patillas, tenía una guitarra de palo, se peinaba un copete, y hacía fonomímica de los discos de Elvis, y un día yo llegué allá a cantar a una kermesse, tenía 12 años, 12 años y medio y le dicen a Jorge: “Hoy día tú no porque viene un cabro del Lastarria que canta de verdad”. Él contó la historia mil veces.
Me contaron que había un cabro simpático “pero lo sacaron porque llegaste tú”. Yo dije “no, no, no. ¿Dónde está?”. Fui donde Jorge y le dije “Yo toco acordeón, ¿Te sabes Oh Carol; Fugitiva, El rock de la cárcel?”. “Sí”, me contestó. “Vamos juntos” le dije yo y nos subimos juntos al escenario y estuvimos una hora y media cantando, y ahí nos hicimos amigos.
Después, llegué donde mi mamá y le dije “No saco nada con estudiar. Yo quiero ser músico y cantar. Mi papá me preguntó “¿Cómo te vas a llamar?”. “Little Peter”, le contesté yo. Como Little Richard. Mi papá me dijo “No. Te vas a llamar Peter Rock, porque la traducción bíblica de Peter es Rock, Pedro Piedra.
Fui a la radio del Pacífico, me escucharon y dijeron “debutas esta noche. Fui con mi hermana Rommy, que también estaba en la Nueva Ola. Hicimos dos semanas al aire y de repente dije “hay que agrandarse”. Llamé a Jorge (Pedreros) y le propuse “Hagamos un lote”. “¿Qué signo eres”, le pregunté. “Leo”. Y así nació Peter Rock y los Lyons.
“EN “LA PAPA”, FELIZ”
M: A mí me pasó con el grupo “Los pájaros locos” con el que me presenté. Me dijeron no queremos al conjunto; te queremos a ti; de conjunto te ponemos a los Red Juniors. Salí ganando. Para mi primer disco.
LE: Imagínate que cada uno de nosotros tiene una historia como la que cuentan ellos. Yo estaba en Valparaíso; la Marisa en Calera; Larry Wilson en Villa Alemana, y esa era otra onda; los que venían de provincia.
M: Casi todo éramos de provincia. Yo cantaba y tocaba batería en la Quinta Región. Pero después firmé como cantante solista con el sello Polydor y salió mi primer disco con la canción “Tú cambiarás”, un gran éxito, y ahí partí y no he parado más. Hice muchas giras, fui a Viña; gané la gaviota, lo que me llevó por varios países de Europa. Lo pasé bien; sufrí bastante como chilena patiperra por allá por Polonia, Malta, Grecia, sola, es peludo, pero valió la pena porque conocí grandes cosas y son experiencias lindas.
LE: Pero también muchos eran de Santiago. En el 62 llego yo a Santiago, junto con Larry. El 64 llega Marisa. Danny Chilean venía de antes.
Yo nací cantando jazz, en vez de decir agú, mi padre me enseñó la música norteamericana, Louis Armstrong, Ella FitzGerald, Sarah Vaughan. Yo de chica cantando en el colegio, en todas partes, música negra. Después, vino Camilo Fernández, a fines del 61, y yo estaba cantando en El Calducho, en Radio Portales de Valparaíso, una canción de la FitzGerald, yo, una quinceañera. Camilo preguntó “¿Cómo se llama esta niña?” Yo le contesté “Luz Eliana Barraza Valenzuela”. Camilo le dijo “Le va a ir bien a esta cabra. Tiene voz de negra”. Y me preguntó “¿Cómo te dicen?”: “Nany”, le respondí. “Ah, no, muy corto. Vamos a hacer lo siguiente, le vamos a sacar los apellidos y va a quedar como Luz Eliana”.
Llego a Santiago a grabar en el 62 y como dice Marisa, comienzo a meterme en algo sin darme cuenta. Camilo me hizo que grabara en castellano y mis canciones comenzaron a ser éxitos. Ha sido mi vida buena, yo creo que ha sido muy bendecida por Dios.
Hay un momento en que me retiro, durante 14 años, por una búsqueda espiritual. Lo estaba pasando muy mal a nivel personal, familiar, y me convertí en misionera cristiana, viajando a muchas partes.
CDM: ¿Y por qué volviste?
Porque Camilo me llamó, yo no quería. Le dije “Estoy re bien aquí con mis hermanos canutos”. Porque era una egoísta, pero cuando me dice que estarán Luis Dimas, Marisa, Peter Rock, todos, dije “¿Por qué no yo?”. Le pedí permiso al pastor Jensen. De ahí retomo en el Festival de Viña con el Clan Nueva Ola, me meto en las giras, me encuentro con ellos de nuevo. Una bendición de Dios, vivo tranquila, metida en “la papa”, y feliz.
¡PUCHAS QUE ÉRAMOS LINDOS!
PR: Danny Chilean llegó de Antofagasta y se alojó en mi casa un mes, yo vivía en Tobalaba con Providencia. Lo llevé a la casa. Le presenté a Luciano Galleguillos, que era mi manager, le pasé ropa. Luciano lo presentó a la RCA Víctor, se arrendó un departamento, se juntó con mi hermana, y ahora tengo un sobrino (risas).
Lo que más se debería dar a conocer a la gente es la santa realidad, que no existe ni entre los actores ni los músicos, un grupo más unido que nosotros y que ninguno tiene envidia a otro, ninguno le pisa el talón a otro. Al revés, nos dimos cuenta temprano que la unión hace la fuerza.
M: Aquí los egos no corren y si uno de nosotros cae en desgracia, en enfermedad, estamos todo con él.
CDM: ¿Y cómo es posible esto?
LD: Porque nacimos en una época donde el artista chileno era bien considerado.
PR: Y no era competencia.
LE: Además éramos muy jóvenes, muy sanos.
M: A nosotros nos tocó lo más sacrificado porque costaba grabar, costaba llegar, no había pavimento para el norte y nosotros íbamos en micro Matadero Palma. Esos sacrificios nos fueron uniendo en las giras.
PR: Los reyes del beneficio. Cada uno de nosotros nos mandábamos 20 a 30 beneficios anuales.
M: Además, éramos tan lindos todos. ¡Puchas que éramos lindos!
LE: Y se renueva eso al reencontrarnos. Yo estuve bastante ausente durante 14 años, y retomé mi carrera en el 2001, cuando vino el Festival de Viña y se reunió la Nueva Ola. Ahí retomé mi carrera y ha sido un reencuentro con los “cabros”, las chiquillas. Es precioso eso.
PR: Con los Zabaleta yo me conecto toda la vida. Un día llamé a Antonio y le dije “¿Por qué no hacemos algo? Armemos un lote y hagamos una gira”, y así nació El Clan de la Nueva Ola. Éramos Marisa, Luz Eliana, Larry Wilson, los Zabaleta, Luis Dimas y yo, el ballet de Hugo Urrutia; orquesta completa. Veinticuatro personas arriba del escenario. Llenamos dos domingos seguidos el Caupolicán, diez fechas en el Teatro Teletón.
LE: Se quebraron vidrios y todo, llegaron los Carabineros, porque la gente quería entrar y no había donde meter más. Fue hace 13 años, en el 2001, cuando volvió la Nueva Ola.
LD: A mi llamó Camilo Fernández. Él había hablado con Peter antes, y así salió el Festival de la Canción de Viña del Mar del 2001, con el regreso de la Nueva Ola.