OTRO CARABINERO ASESINADO…
“¿Hasta cuándo sigue esto de la delincuencia y la inseguridad? Ahora mataron a un sargento de Carabineros que estaba cumpliendo con su deber. Mucho revuelo, funeral con honores, discursos en que se promete todo y al final todo sigue igual“, le dice la prima y la señora Lela la mira resignada y le responde.
“Así es nuestro país. Mucho verso y poca acción. Aquí todos hablan, explican, prometen y al final lo único que vale es que todo tiene que cambiar para que todo siga igual”. Las dos se miran impotentes y se sirven un café.
LA FRIVOLIDAD SE ACERCA…
Después de los dramáticos momentos de la pandemia y sus cuidados y repercusiones, en que se superaron las pequeñeces por un tema superior, inquietante y arrollador, lentamente y sin que nos demos cuenta, vuelve la farándula y aparecen los personajes de segunda línea que cuentan historias fomes y repetidas.
“Una farándula intrascendente y sin rumbo, donde lo que importa es lo banal, lo superfluo y lo pequeño. Una lástima que vuelva lo mediocre y lo intrascendente y lo impongan a la fuerza. ¿No te parece prima”?. La señora Lela, le replica: “Hay cosas que me aburren y entre ellas, en primer lugar, está la farándula”. El silencio domina la sala.
TODO CAMBIÓ…
El mundo y Chile cambiaron y todo hoy es distinto. La violencia se impone y la vida es diferente. La señora Lela explica: “De un día para otro, todo fue diferente. La gente perdió sus valores y los reemplazó por la ambición y el desenfreno, promovido por la droga, que domina sin contrapeso, digan lo que digan las autoridades y personas encargadas de combatirla”.
La prima mueve la cabeza afirmativamente y agrega resignadamente: “Desgraciadamente, es así”.