Han pasado más de 45 años y Pelusa Tiemann es hoy una señora felizmente casada, con una hija y vive en Iquique.
Recuerda entre risas su participación en el Festival de la Canción de Viña del Mar, en 1976, como la primera coanimadora de Antonio Vodanovic.
Afirma que la experiencia le sirvió para descubrir que su futuro no estaba en los micrófonos y no insistió más en esa actividad. Dio rápidamente vuelta la página y entró a Enfermería en la Universidad Católica. Se recibió y posteriormente estudió Obstetricia, tituló que también obtuvo como alumna destacada.
“Sin duda que la animación no era lo mío. Lo entendí de inmediato y busqué otros caminos y hoy soy una persona realizada y satisfecha”.
Es simpática, risueña y coloquial. La conocimos en la casa de Quintay de Carmen y Marcelo, el animador infantil que estaba de cumpleaños. Carmen nos hizo el contacto.
Pensábamos que no iba a querer, porque generalmente a la gente no le gusta recordar momentos que no han sido grato. Sin embargo, aceptó de inmediato y no puso ninguna condición para hablar de un tema de su juventud. Cuando
enfrentó la experiencia viñamarina tenía 20 años apenas y como toda joven estaba en la búsqueda de una actividad futura.
Ana María se ha destacado en su vida profesional y se ha desempeñado como Seremi de gobierno en dos oportunidades.
Una historia difícil en su comienzo, pero con un final feliz. “Muy feliz”, nos corrige Pelusa, hoy Ana María.
