Los medios de comunicación eligen siempre a los mismos panelistas, en la radio, en la televisión o en la prensa escrita.
En este próximo plebiscito, que nos invita a aprobar o rechazar el proyecto que ha elaborado la Convención Constituyente, sucede la situación de siempre. Los mismos políticos, algunos fracasados en sus intenciones más de una vez, invaden los medios de comunicación con el discurso ya muchas veces escuchado y que no aporta nada nuevo.
¿Por qué no se invita a otras personas dedicadas también a la política y a la cosa pública? ¿Será flojera de los productores? ¿Creerán que estos personajes públicos (Escandón, Enríquez-Ominami, Atria, Vidal, Eyzaguirre y otros inamovibles), dan más audiencia, sintonía o rating?
No se alcanzan a imaginar que ya sabemos lo que van a decir, ante los problemas que enfrentamos o de cara al plebiscito.
Resulta incomprensible que se siga haciendo lo mismo y que no exista la innovación, tan indispensable en los medios y hasta ahora tan descuidada.
Además, los temas se dejan de lado, sin saber en qué terminan. Por dar solo algunos ejemplos: el problema de la Municipalidad de Colbún, nos ha recordado esas situaciones que son abiertamente ilegales y corruptas. En qué quedó lo de Vitacura, Barnechea, Maipú, Viña del Mar, San Ramón y tantas más.
¿Quién mató a Tomasito…? Todavía no lo sabemos.
Todas cosas que han quedado en el camino y que ya ni siquiera los mismos de siempre las comentan.
