Las necesidades de energía en los adultos mayores son algo menores con respecto a otras etapas, por lo que las cantidades de alimentos (raciones) serán algo menores. También nos encontramos con que la persona mayor suele presentar cierta inapetencia.
De manera general, se recomiendan como mínimo 4 comidas al día (desayuno, almuerzo, comida y cena). Sin embargo, en estas situaciones puedes realizar perfectamente más comidas repartidas al día, cada 3-4 horas y de poco volumen.
Para conseguir una dieta saludable, variada y equilibrada, nuestro menú deberá incluir todo tipo de alimentos, hay que comer de todo, desde hidratos de carbono, grasas y proteínas hasta vitaminas y minerales. No hay alimentos prohibidos en estas edades, únicamente, puede haber restricciones o adaptaciones en función de si la persona presenta alguna limitación nutricional (alergias, intolerancias, problemas de deglución), patología crónica (diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia).
En estos casos habrá que buscar platos adaptados. Por ejemplo, en el caso de una persona hipertensa o con alguna afección cardíaca se deberán escoger platos sin sal así como adaptar el contenido de azúcares e hidratos de carbono en general en las personas diabéticas.